Enfrentando la política neoliberal, que condenaba los archivos históricos mineros a la destrucción, ‘Huracán’ Ramírez logró preservar este valioso patrimonio. Su iniciativa no solo rescató documentos vitales, sino que también estableció un modelo de archivo reconocido internacionalmente.
Son pocos los afiladores que aún subsisten en ciudades como La Paz, donde la población no posee recursos suficientes como para cambiar de forma frecuente sus herramientas de corte.