Además sugiere que el cupo de extranjeros baje de seis a cuatro para dar más cabida a futbolistas bolivianos con buena proyección.
La Paz, 15 de enero 2024 (AEP).- Para el técnico de fútbol profesional Sergio Apaza, la inclusión obligatoria de un jugador Sub-20 y un Sub-23 en los partidos oficiales de la División Profesional es una forma de tapar la falta de trabajo en las divisiones menores en el fútbol boliviano.
Además sugiere que el cupo de extranjeros baje de seis a cuatro para dar más cabida a futbolistas bolivianos con buena proyección.
—Sergio, ¿qué expectativa genera el inicio de los torneos de la División Profesional?
—Es una incógnita. Los clubes en algunos casos se han reforzado cuando uno suponía que no iba a ser así, es el caso de The Strongest, salió campeón y contrató más de 10 jugadores.
En el caso de Bolívar, todo el mundo pensó que iba a mover el mercado. Hasta ahora no contrató a nadie.
Aurora tenía un equipo interesante, bien trabajado, bien conformado y hay una decena de jugadores que llegan y no sé si seguirá igual.
No me sorprende lo de Wilstermann, aunque con la noticia de que no puede habilitar, porque la FIFA lo ha privado, no sé cómo harán porque son varios jugadores y la inversión es considerable.
Después hay equipos que son una verdadera incógnita. Nacional Potosí cambia de técnico, llevan muchos jugadores interesantes y tiene que jugar la Sudamericana. Universitario de Vinto ha perdido a algunos jugadores importantes y la reposición no es en el mismo nivel, puedo estar equivocado, y de pronto hay un tapadito que va a funcionar 10 puntos. En el caso de Guabirá, el año pasado su presidente, Rafael Paz, dijo que armó el mejor equipo pero no le ha ido muy bien. Ahora ha hecho algunos cambios, algunos jugadores se han ido y otros han llegado. No sé de Independiente, escuché que van a llegar algunos extranjeros, pero se le han ido jugadores importantes y creo que tiene unos nueve renovados.
Soy un convencido de que un técnico que se queda saca ventaja y tiene un plus, porque conoce al plantel que ha dirigido, sabe cuáles son las falencias y sabe qué jugadores no van a entrar en su propuesta táctica. Puedo equivocarme, pero lo de Wilstermann me parece importante. Por dar un ejemplo, tenía problemas con los laterales y ha contratado a dos que son interesantes, al igual que a un delantero como Jefferson Tavares para que acompañe a Nahuelpan, y me parece muy coherente.
El técnico de Bolívar, Flavio Robatto, ha dicho que ha recibido un equipazo y por esa razón no necesita más gente, pero se fue Diego Bejarano y no hay quien lo reemplace. Se va Ferreyra y no hay más centrales.
Tengo la sensación de que habrá muchas sorpresas en algunos equipos, como Oriente, que ha incorporado jugadores interesantes, entre otros.
—¿Dónde considera que estuvo la diferencia para que unos contraten más jugadores y otros no?
—Hay muchos aspectos. A veces los empresarios los vuelven locos a los dirigentes, ofrecen futbolistas, y los entrenadores no podemos rechazar porque el plantel es de 25 jugadores y resulta corto para jugar una competencia internacional y torneo local, por eso lo ideal es tener una plantilla de por lo menos 32 a 33 futbolistas. Además hay equipos que han sufrido bajas importantes y tienen que recomponerse, pero con una gran duda: ¿los jugadores que vienen van a ser mejores que los que tienen o los que se han ido?
Aquí hay un tema importante. Veo en la nómina y digo: dime qué mediocampistas tienen en su equipo y te diré qué clase de juego van a proponer. Si tiene muchos mediocampistas de marca, va a ser muy difícil que llegue de forma clara sobre el arco rival. Si tiene muchos de creación, será difícil para que la defensa no tenga problemas; entonces hay que contratar jugadores de marca, mixtos y de creación, esa es más o menos la receta.
Cuando reviso las listas, Wilstermann tiene un equipo bien equilibrado, The Strongest también, tal vez van a querer jugar todos y ahí habrá un pequeño problema.
—En ese contexto, ¿serán campeonatos competitivos e interesantes?
—Cuando se juega por series es disputado, porque hay que jugar un partido de ida y uno de vuelta. Lo que preocupa después de la primera ronda es que van a quedar eliminados dos y estarán parados más o menos dos meses, y de dónde saldrá el dinero para pagar si cuando compiten todo el año no tienen para cubrir salarios. Eso ha quedado demostrado hace poco, excepto Bolívar y The Strongest, todos los clubes tienen deudas.
Entonces ¿qué van a hacer los ocho equipos eliminados para darle competitividad a sus jugadores?
—¿Cómo analiza la inclusión obligatoria de un jugador Sub-20 y un Sub-23?
—Es un parche porque no hay formación en el fútbol boliviano. Entiendo que hay equipos que dicen ‘estamos trabajando en las divisiones inferiores’, contratan un director; viene otro directorio y cambia al entrenador, al director y no hay resultados.
Desde que asumió Marcelo Claure como presidente, Bolívar trabaja en divisiones inferiores pero no hay jugadores en la alta competencia. No sé dónde están los que contrató de 17, 18 años para que jueguen en el primer equipo y darles el último toque para que maduren, y no se hace eso.
El último jugador que salió de la cantera de Bolívar, que ha ido a los 12 años, ha llegado a primera y a la Selección boliviana es Daner Pachi, después no hay otro.
Lo mismo ocurre en The Strongest, que ha sacado de su cantera a Alejandro Chumacero, quien estuvo desde los siete años en la escuela de fútbol, después no hay más. Esa misma situación ocurre en los otros clubes, que compran jugadores de 17, 18 años, juegan un año o dos años y cuando ya no son Sub-20 quedan de la mano de Dios. Para salvaguardar eso se pone un Sub-20 y un Sub-23.
Desde mi punto de vista, lo ideal y aconsejable sería poner un Sub-20 y un Sub-21 para darle continuidad por reglamento, y después ese jugador ya no juegue por norma sino por capacidad. Si obligan a cumplir esa disposición, sería bueno y recomendable que obliguen a los clubes a trabajar en divisiones inferiores. La inclusión de un Sub-20 y un Sub-23 es para tapar la falta de trabajo en las divisiones inferiores.
—¿En el tema de los naturalizados habrá consecuencias, tomando en cuenta que la Constitución Política del Estado dice una cosa y la norma FIFA dice otra en cuanto al tiempo para que un jugador pueda adquirir la nacionalidad boliviana?
—Es una cosa similar al caso de los Sub-20. La FIFA ya nos ha sancionado cuando Cabrera ha jugado en la Selección, le ha quitado los puntos a Bolivia que le había ganado a Perú y a Chile y gracias a eso Perú clasificó al Mundial de Rusia; entonces considero que se debería rebajar el número de extranjeros a cuatro.
Hoy hay clubes que pueden armar tranquilamente un equipo con extranjeros y naturalizados, sin ningún boliviano de nacimiento y no estarían violentando las reglas. Bajar el número de foráneos a cuatro y con el dinero que se ahorre de más o menos 120 mil dólares en dos jugadores se invierta en la contratación de buenos técnicos, formadores, hacer buenos campos deportivos y conseguir buen material de trabajo.
Garantizo, si se hace eso, con chicos de 15 años a los 18 van a estar bien trabajados, porque se les va a enseñar el conocimiento del juego y la parte táctica para que sepan cuándo se gambetea, a qué lado, cuándo se toca, se conduce el balón, se hace un pase largo, un pase corto; es decir, conceptos de táctica y así se puede ganar espacio en reemplazo de los naturalizados, todo eso es con trabajo.