Sostiene que el fútbol boliviano con la actual forma de manejarse no ofrece garantías de fair play, porque se cambian reglamentos, convocatorias, días y horarios de partidos cuando los clubes así lo deciden.
El Tigre marcha primero en la tabla de posiciones con 46 unidades, tres más que el cuadro potosino, que tiene 43, y cinco más que Bolívar (41).