De enero a marzo de 2024, las actividades económicas que mostraron mayor variación positiva fueron los servicios y la construcción.
En un contexto internacional de crisis sistémica y de limitado financiamiento externo público destinado a actividades productivas, la económica boliviana registró un crecimiento de 1,31% en el primer trimestre de 2024 en comparación con el mismo período del año anterior, informó el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El dato se da, además, en una marcada desaceleración de la actividad económica a escala global, complicado por el rebrote de problemas inflacionarios y el endurecimiento de las condiciones financieras, así como por los efectos del cambio climático que afectaron negativamente al ciclo productivo de todos los países.
De enero a marzo de 2024, las actividades económicas que mostraron mayor variación positiva fueron los servicios y la construcción. En los servicios básicos, destaca el crecimiento de 8,67% en electricidad, gas y agua, principalmente impulsado por un incremento del 9,77% en la producción de energía eléctrica.
El sector de otros servicios creció un 7,03% debido al aumento en servicios domésticos y servicios comunales, sociales y personales, con tasas de 10,54% y 8,89%, respectivamente.
Por su parte, la actividad de construcción registró una variación del 6,38%, impulsada principalmente por el mayor flujo de ventas de cemento, que mostró una variación del 7,42% en el período en estudio, debido, en gran medida, al mayor dinamismo del sector público en comparación con el sector privado.
Por el contrario, en el mismo período, la industria manufacturera registró una variación de -2,90%, por la contracción en la actividad de industria de alimentos en un -5,51%, de manera más específica por el retraso en la campaña agrícola (ocasionado por efectos climatológicos) del sector soyero que afectó a la producción industrial de los derivados de esta materia prima (-34,8%) y su consiguiente exportación.
Dado el tamaño de este sector, su desempeño afectó también al valor y volumen de exportaciones, así como a la disponibilidad de divisas, con la consiguiente generación de especulación en el mercado cambiario.
PIB por tipo de gasto
Si se observa el PIB por tipo de gasto, el consumo final de la administración pública registró crecimiento de 2,01%, seguido del gasto de consumo final de los hogares y Gasto de Consumo Final de las Instituciones Privadas Sin Fines de Lucro (IPSFL) que creció en 1,31%.
En contraste, debido al adverso contexto internacional, las importaciones de bienes y servicios y las exportaciones de bienes y servicios registraron disminuciones de 19,06% y 5,39%, respectivamente.
La formación bruta de capital fijo también se vio afectada, con una disminución de -6,39%, debido a la contracción de la inversión en bienes de capital.
“Es importante destacar que este tipo de gasto podría haber sido mayor si se hubiese contado con la disponibilidad de recursos públicos provenientes de financiamiento externo que hubiesen apoyado al sector productivo”, apunta el INE en alusión a los más de $us 1.000 millones que están pendientes de aprobación en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP).
La Paz/ABI