Puesta en marcha. Para este mes, YPFB anunció el inicio de operaciones de la Planta de Biodiésel II Héroes de Senkata, ubicada en el Distrito 8, lo que marcará un paso significativo en la transición hacia fuentes de energía sostenibles.
La ciudad de El Alto será el escenario del inicio de una nueva era en la producción de combustibles renovables en Bolivia. La puesta en marcha de la Planta de Biodiésel II Héroes de Senkata, ubicada en el Distrito 8 de esta urbe, marcará un paso significativo en la transición hacia fuentes de energía más sostenibles y amigables con el medioambiente.
Este proyecto se enmarca en el esfuerzo del Gobierno boliviano por reducir su dependencia de los combustibles fósiles y promover alternativas energéticas que contribuyan a la lucha contra el cambio climático.
En enero, el presidente Luis Arce destacó el emplazamiento de esta factoría. “Estamos trabajando de manera incansable para reducir la importación de diésel mediante la producción de Aditivos de Origen Vegetal (AOV). Por ello en 2023 iniciamos la construcción de la planta con una capacidad de producción de 1.500 barriles por día (BPD) de biodiésel”, comunicó el Jefe de Estado.
El Gobierno, a través de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), impulsa este proyecto con una inversión de unos Bs 460 millones, en el marco de la industrialización con sustitución de importaciones y la transición energética, que busca reducir el uso de combustibles fósiles y reemplazarlos por energías más amigables con el medioambiente.
La planta tendrá capacidad para producir 1.500 barriles por día de biodiésel, lo que contribuirá a reducir las importaciones de diésel y la subvención de este combustible. Adicionalmente, se generaron 500 empleos directos y 864 indirectos, evitando la salida de divisas. La ejecución de la obra está a cargo de YPFB Refinación.
El biodiésel es un aditivo de origen vegetal que utiliza aceite vegetal como materia prima y emite bajas cantidades de dióxido de carbono (CO2), lo que lo hace más sostenible.
En el departamento de Santa Cruz está en funcionamiento la Planta de Biodiésel I, entregada en marzo de 2024, que, hasta diciembre de ese año, alcanzó una producción acumulada de 13.500 toneladas métricas, según reportó el Primer Mandatario, a fines de enero.
“Este proyecto no solo promueve una producción de combustibles más limpios y sostenibles, sino que también contribuirá a reducir tanto la importación como la subvención estatal del diésel, asegurando un suministro estable y eficiente para nuestro país”, destacó Arce en un mensaje en sus redes sociales.
El Ministerio de Hidrocarburos resaltó que este proyecto no solo está alineado con los objetivos globales de descarbonización, sino que también responde a la necesidad de diversificar las fuentes energéticas de Bolivia. “La puesta en marcha de esta planta es una muestra clara de que Bolivia avanza hacia un modelo energético más limpio, en sintonía con los compromisos asumidos en los acuerdos internacionales sobre cambio climático”, dio cuenta.
La Planta de Biodiésel II contribuirá significativamente al abastecimiento interno de combustibles.
Actualmente, Bolivia depende en gran medida de las importaciones de diésel, lo que afecta a la economía nacional. Con la producción de biodiésel de origen local, se prevé reducir esta dependencia y fortalecer la seguridad energética del país.
YPFB, como empresa estatal encargada de la gestión de los recursos hidrocarburíferos, juega un rol crucial en el proceso.
La planta se caracteriza por su alta eficiencia en el proceso de producción, utilizando tecnologías modernas que permiten maximizar el aprovechamiento de los recursos y minimizar el impacto ambiental. El proceso de producción de biodiésel se hace a través de un sistema de transesterificación, que convierte los aceites vegetales en un combustible de calidad adecuada para su uso en motores diésel convencionales.
La puesta en marcha de la planta también representa una oportunidad para el empleo en la región. Se estima que se contratará personal para su funcionamiento, desde operarios hasta técnicos especializados. Esto no solo impulsa la economía local, sino que también fomenta el desarrollo de competencias y la capacitación de la fuerza laboral en el sector energético.
El proyecto es bien recibido por diversos sectores de la sociedad, especialmente por los ambientalistas y las comunidades locales, que ven en la Planta de Biodiésel II una forma de contribuir a la protección del medioambiente. La producción de biodiésel no solo reduce las emisiones de gases contaminantes, sino que también promueve el uso de fuentes renovables que, a largo plazo, son más sostenibles y menos perjudiciales para el planeta.
El Gobierno subrayó que esta factoría es un ejemplo de la capacidad de Bolivia para generar soluciones innovadoras en el campo energético.
“Hoy damos un salto cualitativo en El Alto, ponemos la piedra fundamental para esta Planta de Biodiésel y Derivados Héroes de Senkata en homenaje a ese pueblo luchador que dio origen a la agenda de octubre. Estamos cumpliendo con lo que habíamos prometido en 2020, industrializar el país y esta es una muestra palpable”, expresó el presidente Arce durante la inauguración de las obras de la planta, en 2023.
La Planta de Biodiésel II en El Alto será un referente para otros proyectos en el país, demostrando que Bolivia está comprometida con el desarrollo de tecnologías limpias y con la generación de un futuro más sostenible.
Con el respaldo del Gobierno y YPFB, se espera que la producción de biodiésel sea solo el inicio de un proceso más amplio de transición energética en Bolivia, que continúe impulsando el crecimiento económico, la creación de empleo y la protección del medioambiente.
AEP
