El gobierno del presidente Luis Arce implementa varias medidas estratégicas para garantizar que este producto llegue a las mesas de las familias bolivianas.
La Paz, 12 de junio de 2024 (AEP). – La llajua ha perdido su color en muchos restaurantes y hogares, ahora se torna algo más verde de lo normal y es que el tono rojo que le otorga el tomate mermó debido al histórico incremento de precios que sufrió. Las autoridades advierten de que la escasez del producto se debe a factores climáticos y emplean varias medidas para mitigar este fenómeno y garantizar el producto para las familias bolivianas.
Desde hace un par de semanas, el incremento del precio del tomate se apoderó de los principales titulares en la prensa nacional. El producto faltó en algunos centros de abasto y en otros solo se encontraba en tonos verdes, aún sin madurar.
De acuerdo con los datos del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras (MDRyT), en la ciudad de La Paz, durante abril, el precio del tomate era de Bs 8,03 el kilo, mientras que en junio este indicador se disparó a Bs 12,47.
Lo mismo ocurrió en la ciudad de Santa Cruz, en abril este producto tenía un costo de Bs 9,00 el kilo, mientras que en junio se incrementó a Bs 15,00.
En Cochabamba, durante abril, el kilo de tomate se podía encontrar a Bs 7,44 y a junio el costo de este producto subió a Bs 14,06.
“Muy caro está. Tuvimos que cocinar guisos y otras preparaciones que no llevan mucho tomate para vender el almuerzo, pero los clientes siempre piden ensalada y llajua, no podemos quitarles y tampoco quieren pagar cuando aumentamos el precio”, reprochó María Tapia, comerciante del mercado Yungas de La Paz en contacto con Ahora El Pueblo.
Este incremento en los precios de este producto que es tan utilizado en la gastronomía boliviana afectó a la población que está acostumbrada a vivir con una estabilidad de precios y una inflación controlada que alcanza a 1,95% a mayo de 2024, la más baja en la región.
A raíz de este fenómeno, mucha gente se vio en la necesidad de comprar menos tomate o sustituir el menú por uno que no lo incluya. No obstante, la infaltable llajua, esta salsa que es el complemento para casi todas las comidas, principalmente el en occidente del país, no puede faltar y ante la escasez del tomate perdió el color rojo que tenía, se optó por utilizar solo locoto o en otros casos tomate que aún estaba verde.
Pero ¿qué causó este incremento en el precio del tomate?
Para el ministro de Planificación del Desarrollo, Sergio Cusicanqui, la escasez de este producto se debe principalmente a fenómenos naturales.
“En primera instancia estamos arrastrando los efectos de la sequía de finales del año pasado y de principios de este año, que ha producido el retraso del calendario agrícola en aproximadamente un par de meses”, precisó el ministro.
Explicó que este retraso en el calendario agrícola ocasionó que la cosecha, en vez de ser en marzo, se produzca en mayo y llegó justo en temporada de helada, lo que hizo que se dañe la producción.
Estas aseveraciones de Cusicanqui cobran sentido con las recientes manifestaciones de la Cámara Agropecuaria de Tarija (CAT), instancia que afirma que la producción de tomate se redujo en un 60% en zonas agrícolas por el factor climatológico.
La llajua, una salsa que acompaña gran parte de las comidas bolivianas. | Foto: Archivo
“La producción de tomate es escasa porque no hubo lluvias oportunas para el cultivo, si las hubo han sido tardías y después llegó el frío. Entonces, por el factor climatológico hay escasez y el precio se elevó”, afirmó el gerente de esa institución, Esteban Miranda, en contacto con los medios locales.
Al respecto, el viceministro de Desarrollo Agropecuario, Álvaro Mollinedo, detalló que, al margen de los efectos climáticos, es habitual que haya un leve incremento en esta temporada de helada.
“Si hacemos comparación, en el lapso de estos tres años, este mes se evidencia el pico más alto de la subida de los precios porque justamente estamos en una etapa de helada y hemos sido afectados por diferentes fenómenos climáticos que ocasionaron retrasos en las siembras, en casi todos los cultivos”, precisó Mollinedo.
No obstante, además del clima, hay otros factores que durante esta gestión influyeron en el incremento de los precios de la canasta familiar, entre ellos, el tomate.
De acuerdo con el Comité Interinstitucional para Garantizar la Seguridad Alimentaria, otro factor que influye en el incremento de precios está relacionado con el delito de contrabando.
Los integrantes de esta comisión intergubernamental demostraron que las políticas que emplea el gobierno del presidente Luis Arce para cuidar los bolsillos de la población y mantener los precios estables están dando resultados.
Si se comparan los precios de ciertos productos con los de países vecinos, se ve que en Bolivia se registran los precios más bajos y estables de la región.
Según un reporte del Instituto Nacional de Estadística (INE), el kilo de tomate en Argentina cuesta Bs 53.40; en Brasil el kilo cuesta Bs 16,78; y en Bolivia en promedio está en Bs 9,94.
Con estos precios, para algunos comerciantes es atractivo incurrir en el delito de contrabando, es decir llevar el producto a las fronteras vecinas.
Así lo reflejan los constantes operativos de la Aduana Nacional, en los que se detecta el contrabando de grandes cantidades de alimentos.
Acciones
De acuerdo con el Ministerio de Planificación, el gobierno del presidente Luis Arce ejecuta un plan integral para garantizar el abastecimiento y la estabilidad en los precios de los alimentos, entre ellos la producción de tomate.
Según Planificación, la primera parte del plan incluye el fomento a la producción.
En este ámbito, el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras (MDRyT) cuenta con al menos diez programas para fomentar la producción de la ganadería, las hortalizas, piña, banano, tubérculos y raíces, apicultura, algodones, pesca y acuicultura, granos andinos, y agricultura urbana y periurbana.
Otra parte del plan estatal incluye impulsar ferias barriales de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa).
Sobre el tema, el viceministro de Defensa de los Derechos del Usuario y del Consumidor, Jorge Silva, dijo que a través de estas medidas se llevarán productos como huevos, azúcar y arroz a los barrios.
Como parte de esta estrategia, el Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural impulsa las ferias Del Campo a la Olla, en las que los productores comercializan directamente sus productos en beneficio de los consumidores.
Otro eje del plan estatal integral está relacionado con controles de precio y peso en los mercados.
El viceministro Silva y su equipo de trabajo ocasionalmente visitan los centros de abasto para evidenciar que los precios de los principales productos de la canasta familiar no sobrepasen los estándares.
El gobierno del presidente Arce prioriza proyectos de agua, específicamente con riego tecnificado.
“El objetivo es garantizar la seguridad y la soberanía alimentaria de todas las familias beneficiadas y también se busca garantizar la producción de alimentos”, manifestaba Arce durante la entrega de un proyecto.
El plan del Gobierno nacional incluye también la subvención a los hidrocarburos. De acuerdo con el Presupuesto General de Estado (PGE) 2024, para este ámbito se destinaron en total Bs 9.803 millones, con el fin de subvencionar diésel, insumos y aditivos, GLP y gas.
También se contempló la subvención a los alimentos, y para ello se destinaron Bs 331 millones para trigo, Bs 262 millones para el maíz, y Bs 107 millones para arroz. En total son Bs 700 millones que se invertirán este año para garantizar el acceso a estos productos.
Como último punto del plan integral, se intensificaron los controles en las fronteras para frenar el contrabando que busca sacar los alimentos de Bolivia para comercializarlos a mayor precio en los países vecinos.
No obstante, el dilema no será duradero, la población confía en que la llajua retomará su color pues las autoridades advierten que hay una tendencia a la baja ante la proximidad de una nueva cosecha. Los preciosos retornarán paulatinamente a la normalidad y, con ellos, el color original de la llajua.