La cantidad de producción arrocera equiparó la demanda del mercado interno, sin embargo, la oferta se redujo porque el arroz es transportado a las fronteras.
El viceministro de Desarrollo Agropecuario, Álvaro Mollinedo, lamentó que, pese a que el rendimiento en la producción de arroz en Bolivia creció casi 30% durante 2024, la oferta de este alimento en el mercado interno se redujo debido al contrabando a la inversa hacia países vecinos como Perú y Argentina, donde los precios son más altos.
Según Mollinedo, el incremento en la producción no fue suficiente para satisfacer la demanda interna porque gran parte del arroz boliviano es desviado ilegalmente hacia mercados externos, lo que afecta la disponibilidad del producto en las principales ciudades del país.
El consumo nacional del grano se aproxima a las 500.000 toneladas, volumen que se ha alcanzado en producción pero que no se refleja en el mercado local por el contrabando. Mollinedo aseguró que, de no existir esta problemática, la producción interna alcanzaría para cubrir la demanda.
“Hasta la gestión 2023, Bolivia estaba a punto de declararse soberano en la producción de arroz, lo que significa que no necesitábamos importar este alimento. Sin embargo, la diferencia de precios y la inflación importada en países vecinos ha generado un incentivo para la exportación ilegal de arroz boliviano”, señaló.
Ante esta situación, Mollinedo informó que se están impulsando gestiones y coordinaciones con municipios fronterizos, gobernaciones y el Gobierno nacional para unir esfuerzos en la lucha contra el contrabando.
El contrabando a la inversa, dijo la autoridad, es una problemática compleja, pues no existen datos oficiales sobre el volumen exacto que se está desviando ilegalmente, por eso reiteró la necesidad de fortalecer los mecanismos de control y vigilancia en las zonas fronterizas.
El viceministro enfatizó en la importancia de trabajar en conjunto con las autoridades locales y los productores para garantizar que la oferta de arroz en el país sea suficiente y estable, y que los precios en el mercado interno se mantengan accesibles para la población.
El precio y disponibilidad del producto es motivo de preocupación por parte del Gobierno debido al incremento de su costo, además de la reducción en la provisión, lo que lleva al Gobierno a desarrollar una serie de operativos, tanto en mercados internos, para verificar que no se produzca el agio y la especulación, como también en zonas fronterizas, a cargo de las Fuerzas Armadas, para evitar el contrabando a la inversa.
Mollinedo también subrayó que el arroz sigue siendo uno de los productos más demandados por la población boliviana. En ese sentido, aseguró que el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras continuará impulsando acciones para asegurar una mayor oferta del grano en los mercados internos, evitando especulación y desabastecimiento.
Consultado sobre la producción de carne, el viceministro Mollinedo aseguró que se está cumpliendo con la demanda interna, pero que los precios no mostraron la reducción esperada.
Recordó que existen acuerdos firmados entre el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras y el Ministerio de Desarrollo Productivo, que buscan que los costos de la carne bajen gradualmente, en cumplimiento del compromiso de productores e industrias.
Finalmente se anunció que se harán evaluaciones conjuntas entre viceministerios para monitorear el comportamiento de los precios de la carne, y asegurar que la parte privada cumpla con los compromisos asumidos, en beneficio del consumidor boliviano.
Álvaro Mollinedo
Cuatro departamentos reportan afectaciones agropecuarias
De acuerdo al reporte de afectaciones agropecuarias registradas hasta el 7 de julio, el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras reportó que cuatro departamentos del país, Cochabamba, Chuquisaca, Tarija y Potosí, sufren estos eventos. Pese a los daños en cultivos y ganado, la cartera de Estado aseguró que la seguridad alimentaria está garantizada.
Según el informe oficial, las pérdidas alcanzan a 1.450 productores y abarcan 41 comunidades en ocho municipios. En total se reportan 5.922 hectáreas de superficie agrícola afectada y 203 cabezas de ganado, el sector camélido es el más dañado, con 155 animales afectados, seguido del ganado ovino con 48.
Entre los cultivos más perjudicados se encuentra el de la papa, con 309 hectáreas dañadas, seguido por el maíz choclero (168 hectáreas), la alfalfa (80), la cebolla (15), las habas (15), el trigo (3) y el ají (2 hectáreas).
Las zonas afectadas pertenecen mayoritariamente a la región de los valles, donde se produce una amplia variedad de hortalizas, frutas, verduras y tubérculos. No obstante, el ministerio informó que la afectación representa apenas el 8% de la superficie total cultivada en el país, por lo que no compromete el abastecimiento nacional de alimentos.
“No tenemos reportes significativos que indiquen afectación al sector fruticultor, particularmente a los cítricos. Mientras no se emitan alertas formales desde los municipios u organizaciones de productores, no se considerará a este sector como perjudicado”, precisó la autoridad.
AEP