Más de 80 mil familias se dedican a este rubro en gran parte del territorio nacional y desempeñan un papel crucial en la preservación de los ecosistemas.
“Este acto representa mucho más que una actividad productiva; representa la cultura de respeto que tienen nuestros pueblos a nuestras tradiciones y recursos naturales”, dijo el presidente Luis Arce.
El mandatario asistió la mañana de ayer al acto inicial de la Esquila de la Vicuña 2024 en el municipio paceño de Malla, donde destacó la actividad en el marco del Año Internacional de los Camélidos, que Bolivia impulsó y en el que participa activamente.
Esta actividad económica es una práctica que ancestralmente desarrollan los pobladores de Malla, un municipio ubicado al sur en el departamento de La Paz.
“Esta esquila de la vicuña significa mostrar ante los ojos del mundo que estamos recuperando los saberes ancestrales de nuestros abuelos para garantizar la sostenibilidad de una especie tan importante”, sostuvo.
En libertad
El Jefe de Estado remarcó que se trata de una actividad amigable con el medioambiente, pues una vez aprovechada su lana, las vicuñas son liberadas para que continúen su ciclo vital.
“Dejarlas vivir en libertad es una gran muestra humana que debe replicarse en el mundo. Aquí respetamos a la vicuña, y no solo aprovechamos su fibra, que es de las más finas y cotizadas”, enfatizó.
El Presidente aprovechó el acto para recordar a las autoridades y comunarios la importancia de priorizar todas las actividades productivas, no solo ligadas a los camélidos, sino también a la agricultura.
Vicuña
La vicuña es una especie silvestre, poseedora de una de las fibras más finas del mundo. Es patrimonio natural de Bolivia por lo cual su conservación es de interés cultural, social, económico y ecológico.
Desde 1998 se realiza el aprovechamiento legal y sustentable de la vicuña, y desde 2010 se autoriza la exportación de la fibra. Como resultado de las actividades de protección, la población de estos camélidos incrementó.
“Aquí se está respetando la forma en que vive nuestra vicuña. Nosotros, en esta época, la tenemos para esquilarla, luego la dejamos en libertad para que siga reproduciéndose, para que siga su vida normal que tiene este camélido tan importante”, destacó.
A iniciativa de Bolivia, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró 2024 el Año Internacional de los Camélidos 2024 como un reconocimiento a la importancia económica y cultural de estos animales en la seguridad alimentaria.
La Paz/AEP