Creada por decreto supremo en 2010, la empresa azucarera recibió un financiamiento de Bs 1.832 millones para su constitución y empezó a operar en agosto de 2018.
Rojas resaltó que el Banco Central de Bolivia, a través del concurso de documentos, se convierte en un referente en cuanto a incentivos económicos para fomentar la investigación.