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Andrónico Rodríguez y Evo Morales en la marcha. Foto captura de pantalla

Analistas de diferentes corrientes coinciden en que la marcha de Evo “carece de apoyo popular”

Cinco analistas coinciden en que el contexto actual no favorece las pretensiones del expresidente, y su movilización podría desinflarse sin un respaldo de la población. Uno de ellos advierte que si la columna ingresa a El Alto podría desatarse una violencia incontrolable.


La marcha del expresidente Evo Morales que se dirige hacia la ciudad de La Paz, y que pretende culminar con el acortamiento de mandato de Luis Arce, genera una serie de análisis sobre su viabilidad política y las posibles consecuencias sociales que podría desencadenar.

Politólogos y analistas de diferentes corrientes ideológicas advierten, por separado, de la falta de apoyo popular y el posible aislamiento del dirigente cocalero en esta movilización, lo que debilitaría su impacto y su capacidad de influir en la política nacional.

Para Hugo Moldiz, el objetivo de la marcha es convulsionar el país y forzar el adelanto de elecciones, lo cual implica, dijo, el desarrollo de la táctica del golpismo al interior de una fuerza popular.

“Pero hay una cosa muy clara, esta táctica del golpismo no cuenta hoy con el respaldo de la inmensa mayoría del país, ni a nivel de población ni a nivel de organización”, indicó a la red Uno.

Carlos Saavedra, en tanto, subrayó a DTV que la movilización tiene un enfoque estrictamente personal y político en defensa de los intereses del exgobernante, lo que limita su capacidad para atraer a otros sectores que, en el pasado, podrían haber apoyado al líder del Movimiento Al Socialismo (MAS).

"Estamos viendo un aislamiento de Evo Morales respecto a sectores que antes se especulaba podrían unirse, como los gremiales, transportistas o los ponchos rojos. La demanda personal le resta fuerza a la marcha", comentó Saavedra.

En la misma línea, el periodista y analista político Andrés Gómez afirmó a Unitel que la marcha "morirá" si no logra sumar el respaldo de la sociedad civil.

Según Gómez, la movilización enfrenta el riesgo de quedarse sin sustento, ya que el apoyo popular es fundamental para su éxito.

"La sociedad civil probablemente termine defendiendo al gobierno de Luis Arce, en lugar de apoyar a Morales", advirtió, planteando un posible viraje en la base de apoyo del MAS hacia el jefe de Estado.

PELIGRO EN EL ALTO

Por otro lado, Jorge Santisteban, coronel del Ejército en servicio pasivo y analista político, expresó su preocupación por las implicaciones de la marcha si llega a penetrar en la ciudad de El Alto, un antiguo bastión históricamente leal a Morales pero que tras su huida a México durante el golpe de Estado en 2019 le dio abiertamente la espalda y hoy repudia la movilización que se dirige a la ciudad sede de gobierno.

"Si la columna de la marcha entra a El Alto, la situación podría volverse incontrolable. Ni las Fuerzas Armadas ni la Policía podrán poner orden. Esto podría derivar en enfrentamientos y muertes", alertó Santisteban en entrevista con Red Uno, apuntando a la posibilidad de un escenario de violencia y caos ante el rechazo que genera la figura del dirigente cocalero.

ENCUESTAS

Mientras tanto, el politólogo Marcelo Arequipa compartió los resultados de una encuesta de la empresa Diagnosis, que revela un rechazo generalizado a las acciones de Morales.

Según la encuesta, un 40% de la población a nivel nacional apoya la represión de la marcha, lo que refleja el hartazgo con las maniobras de los dirigentes evistas, quienes han sido acusados de buscar desestabilizar el país.

"Los intentos de desestabilización no seducen al electorado, más bien los rechazan", aseguró Arequipa a la estatal Bolivia Tv, indicando que Morales ha intentado ubicarse en un segundo plano en la marcha para minimizar este rechazo.

Además, la misma encuesta reveló que el 60% de los encuestados considera que Morales no debería insistir en una nueva candidatura presidencial para las elecciones de 2025, en línea con un fallo constitucional que, basado en la opinión consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH), estableció que la reelección indefinida no es un derecho humano.

Esta decisión afecta directamente las aspiraciones político-electorales de Morales, quien, según el 65% de los encuestados, no cuenta con el apoyo suficiente para ganar una nueva elección.

AEP Digital/Mac


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