La familia de Sander fue una de las beneficiadas de una de las 40 viviendas entregadas a familias de escasos recursos económicos.
Un poco más crecido y la misma sonrisa de esperanza, el pequeño Sander Huaracacho Luque se prendió nuevamente de los brazos del presidente Luis Arce, como hizo cuando lo vio por primera vez durante la campaña presidencial de 2020.
Esa ocasión Arce fue víctima de un atentado. Cuando se dirigía al municipio yungueño de Chulumani la caravana de vehículos con la que viajaba fue sorprendida con “miguelitos” (clavos) en la carretera, para pinchar llantas de los vehículos.
“No querían que hagamos campaña en los Yungas. Nos pusieron miguelitos y ha sido una suerte, porque todos los vehículos que acompañaban nuestra caravana estaban con las llantas pinchadas, excepto el mío, no tenía un solo rasguño nuestro vehículo. Son cosas del destino y de la vida”, rememoró en el acto donde entregó 40 viviendas y dio inicio a la construcción del hospital de segundo nivel.
“Ahí lo encontramos, en el camino, al compañerito Sander, que salió, justamente, cuando estábamos haciendo arreglar las llantas. Vino Sander y me gritó ‘¡Lucho!, ¡Lucho!’, y alguien tomó esa filmación cuando estábamos y desde ahí se ha convertido en nuestro jefe de campaña en Chulumani”, contó.
La familia de Sander Huaracacho Luque de la comunidad Arrozal del municipio de Chulumani fue una de las beneficiadas de una de las 40 viviendas entregadas a familias de escasos recursos económicos.
“Muchas gracias por la vivienda que me estas entregando y el colegio que me está permitiendo cumplir mi sueño de ser un buen estudiante”, afirmó el menor dirigiéndose al presidente.
La Paz/ABI
