Cuando el presidente socialista Luis Arce asumió el mando de la nación luego de ganar las elecciones de octubre de 2020 con el 55,11% del voto popular, de un total de 104 medios de comunicación apenas funcionaban 16.
La Paz, 18 de septiembre de 2023 (AEP). - El gobierno golpista de Jeanine Añez silenció en la amplia geografía nacional la voz de 88 emisoras del Sistema Nacional de Radios de los Pueblos Originarios (RPO).
Los equipos de las radios de la Bolivia rural, indígena y campesina desaparecieron, fueron secuestrados, quemados y su personal golpeado, perseguido o confinado.
Añez, una senadora marginal poco conocida y autoproclamada presidenta, aplastó la voz de lenguas originarias andinas, amazónicas y del chaco.
Cuando el presidente socialista Luis Arce asumió el mando de la nación luego de ganar las elecciones de octubre de 2020 con el 55,11% del voto popular, de un total de 104 medios de comunicación apenas funcionaban 16.
Grupos paramilitares, el 9 de noviembre de 2019, saquearon radio Comunidad, después quemaron Kawsachun Coca y persiguieron a periodistas y custodios de Soberanía, Carrasco y Yapacaní.
A Kawsachun Coca le robaron su equipo de transmisión de 5 kilos que tenía en San Ignacio de Moxos para informar al oriente del país.
La ministra de Comunicación del régimen ilegal, Roxana Lizárraga, acusó a las RPO de ser “voces sediciosas”. Fue ella quien ordenó el secuestro de sus equipos.
REACTIVACIÓN
El gobierno socialista de Luis Arce se ha preocupado no solo de reactivar las Radios de los Pueblos Originarios, sino también de fortalecer sus capacidades con equipos modernos para mejorar sus emisiones y garantizar el acceso a la comunicación de las comunidades, sin restricciones y con una mayor integración nacional.
La última radio en retomar emisiones fue la Túpac Katari Batallas, 99.5 FM, instalada en la comunidad de Peñas, en el municipio de Batallas del departamento de La Paz.
Las voces aymaras del altiplano paceño ya tienen voz propia con la Túpac Katari. La emisora fue cerrada en el régimen de Jeanine Añez, y el Ejecutivo de Arce impulsó su reapertura con modernos equipos.
Los dirigentes de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, como Efraín Mollo y Martín Mamani, señalaron, con matices, que es imprescindible la rearticulación de las Radios de Pueblos Originarios acalladas y desmanteladas por el régimen golpista.
En un mundo en el que las redes sociales generan cada día colosal información sin fuentes, manipuladoras, irresponsables y alentadoras de violencia, las RPO dan voz a la Bolivia profunda en idioma originario y tienen una compleja labor en la consolidación democrática interrumpida en 2019.
Ellas, en un esfuerzo del Gobierno progresista, han retomado su actividad y han asumido el reto de no tergiversar la verdad, contar los hechos con rigurosidad y presentar la noticia con calidad.
Bicentenario
Con esas premisas, la libertad de expresión se amplía en el área rural y con ella también la democracia en el país.
El sistema de Radios de Pueblos Originarios está comprometido en difundir en sus espacios el Plan Estratégico Nacional del Bicentenario, una política estatal de planificación y festejos rumbo a los 200 años de fundación del país que se cumplirán en 2025.
Radios que retomaron su señal
La viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón, informó el 5 de julio de este año que las RPO serán fortalecidas con una inversión de Bs 25 millones para consolidar la política del Estado “de dar voz a los sectores de la población de la Bolivia profunda que fueron acallados en el gobierno de facto”.
“Se ha acallado a los medios de comunicación. Pero ahora estamos retomando con fuerza no solo la FM sino la AM, y la cobertura. Hay retos, pero también ese reto es el trabajo para ir actualizándose y llegando a distintos sectores de la población; nuestros medios de comunicación tienen que ser esa voz para nuestra población”, destacó.
El Gobierno reactivó 15 emisoras en la amplia geografía nacional:
1.- Zudáñez, Chuquisaca
2.- Azurduy, Chuquisaca
3.- Comunitaria de Cocapata, Cochabamba
4.- 24 de Junio, Totora, Cochabamba
5.- La Asunta, Yungas, La Paz
6.- Puerto Suárez, Santa Cruz
7.- Central Indígena Chiquitana Amanecer (Cichar), Roboré, Santa Cruz
8.- Colquechaca, Potosí
9.- Caquiaviri, La Paz
10.- Conquencha, La Paz
11.- Los Andes, Santa Rosa del Sara, Santa Cruz
12.- Mapiri, Achiquiri, La Paz
13.- Túpac Katari, Batallas, La Paz
14.- Charazani, La Paz
15.- Los Andes, Santa Rosa del Sara, Santa Cruz
Trabajo en el área rural y en idioma originario
- Las RPO tienen una activa y compleja labor, y hoy han profundizado los lazos entre el país y sus comunidades.
- Las voces aymaras del altiplano ya tienen voz propia con la ‘Túpac Katari’.
- Las emisoras están comprometidas en difundir en sus espacios el Plan Estratégico Nacional del Bicentenario.
El régimen retiró del aire las señales de Telesur y Russia Today
El gobierno de facto retiró la señal de canales de televisión de cadenas internacionales como Russia Today en Español (RT) y Telesur.
El 2 diciembre de 2019, el operador no gubernamental Cotas, el líder en el mercado boliviano de televisión pagada, anunció el cese de la emisión de RT en Español en Bolivia, sin aviso o explicación alguna.
“Hago conocer que, a solicitud de la Gerencia General y Consejo de Administración de Cotas, se determinó retirar la señal RT a partir del lunes próximo (02/12/2019)”, señala la notificación recibida por RT en ese entonces.
Ante la solicitud por parte de RT de una explicación de dicha medida, el operador señaló: “La decisión viene de las autoridades superiores de la cooperativa, donde simplemente nos instruyen el retiro de la señal”.
Dos semanas antes, la empresa de telecomunicaciones boliviana Entel SA sacó del aire a la cadena multinacional Telesur sin ofrecer explicaciones. Ante la insistencia de la directora del canal, Patricia Villegas, Entel argumentó una “reorganización de su oferta de canales” para rescindir el contrato.
Además, la plataforma digital de comunicación alternativa La Resistencia denunció que dos periodistas del medio fueron detenidos por presuntos cargos de sedición.
Luego de estar fuera del aire durante un año, las señales de ambos medios retornaron al país apenas Luis Arce asumió el mando de la nación vía democrática.
El Viceministerio de Comunicación anunció el retorno de Telesur en sus redes sociales: “La señal de la multimedia más importante en Latinoamérica vuelve a Bolivia desde hoy. La censura no es el camino de la democracia de los pueblos. Celebramos la libertad de expresión”.
Ataque a José Aramayo
José Aramayo, entonces jefe de Medios de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, fue atacado en noviembre de 2019 en medio de una conferencia de prensa organizada para aclarar la posición política de los campesinos afines al partido oficialista.
Durante el acto ingresaron personas armadas que agredieron a los campesinos acusándolos de masistas. A Aramayo lo llevaron al exterior y lo ataron a un árbol durante varias horas mientras lo insultaban y amenazaban con darle ‘un castigo ejemplificador’”.
Denuncias de organizaciones internacionales señalan que “en todos los casos se evidencia cómo en Bolivia, a partir del contexto de las elecciones presidenciales de 2019 y en los meses que se siguieron, en particular entre los días 9 a 12 de noviembre de 2019, grupos de civiles actuaron de manera organizada para atacar las instalaciones de medios de comunicación considerados afines al Movimiento Al Socialismo y amenazar y agredir a periodistas, violando también los derechos a la vida e integridad personal de Aramayo.
Estos hechos contaron con la omisión o complicidad del personal policial.
El gobierno de facto no solo no tomó ninguna medida para contrarrestar estos ataques, sino que desarrollaba constantes declaraciones estigmatizadoras de la oposición y los medios, advirtieron organismos internacionales.
Ante este escenario, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) recomendó reforzar “las garantías institucionales, administrativas y judiciales para proteger la libertad de prensa y el ejercicio libre y seguro de la actividad periodística, para prevenir atentados contra la libertad de prensa sobre las personas o sobre los bienes y edificaciones de los medios y, en caso de concretarse violaciones y daños, para garantizar la investigación y el juzgamiento de los responsables, y la reparación de las víctimas”.
El periodista José Aramayo amarrado a un árbol durante el golpe de Estado. | Foto: RRSS.