Con un tic nervioso, pero con el espíritu inquebrantable, encontró la Ministra de la Presidencia a la asambleísta luego de visitarla ayer en la tarde en la clínica donde aún se recupera de la brutal agresión que sufrió.
La Paz, 14 de junio de 2023 (AEP).- La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, ratificó que la violencia política debe sancionarse y negó que ese fin sea una persecución contra los opositores, luego de visitar a la asambleísta del MAS Muriel Cruz en la clínica Martín Dockweiler, en Santa Cruz.
Con un tic nervioso, pero con el espíritu inquebrantable, encontró la Ministra de la Presidencia a la asambleísta luego de visitarla ayer en la tarde en la clínica donde aún se recupera de la brutal agresión que sufrió el viernes por parte de grupos de choque vinculados a la organización política Creemos.
“Ella está con un tic nervioso como efecto de la golpiza cobarde que sufrió, pero su espíritu está intacto e inquebrantable”, remarcó Prada desde Santa Cruz.
La tarde del viernes, un grupo de personas atacó a Cruz con golpes de puño, patadas y hasta palazos, lo que impidió su ingreso a una sesión en la Asamblea Legislativa Departamental, donde se tenía prevista la posesión de dos nuevos asambleístas indígenas, Ronald Andrés Caraica e Isabel Ortiz Vaca.
Con ese acto oficial declinaría la fuerza política controlada hasta ahora por Creemos en la Asamblea cruceña.
En este hecho violento también fueron golpeadas otras 10 personas.
Según Prada, en la conversación que mantuvo con la asambleísta, Cruz le contó que en ningún momento fue a provocar una situación violenta, al contrario, se presentó a cumplir su trabajo y posesionar a los dos representantes indígenas.
Prada rechazó el discurso opositor que sostiene que se trata de una persecución política o un montaje armado por el MAS, como afirma la derecha.
“Esta no es una persecución ni un autoatentado, como quieren hacer creer ahora desde el Comité pro Santa Cruz o Creemos. No se puede seguir cayendo en muletillas cuando está en juego la integridad física de una mujer. Entonces se deben sancionar estos hechos”, enfatizó.
Muriel es mamá de tres hijos. Ellos están angustiados al igual que el padre de la asambleísta, Aurelio Cruz, quien expresó su tristeza y su impotencia al ver a su hija postrada en la cama de una clínica.
“Cuando la vi sentí impotencia porque no estuve ahí para defenderla. Al verla en el hospital aguanté el llanto para no derrumbarme, porque en su cara, cabeza y estómago tenía hematomas. No es como la mostraron después de atenderla en la clínica”, relató en entrevista con Bolivia TV.
No es la primera vez que Cruz sufre violencia política. En noviembre de 2020 quemaron su casa por los conflictos en la Alcaldía de Montero.
El padre de Cruz lamentó la violencia ejercida por los grupos violentos y llamó a la reflexión para que ni un padre o un hijo experimenten lo que su familia ahora está sufriendo.
“¿Qué pasa con Santa Cruz? El camba no es así, tenemos que parar esta violencia. Debido a los golpes le pusieron morfina a mi hija para calmar su dolor”, reflexionó.
Activación
Para la ministra Prada, la figura está clara y denunció que esa forma de actuar solo deja ver que “la derecha cavernaria promueve acciones de violencia con el objetivo de cercenar la democracia y coartar la participación plena de las mujeres”.
Apuntó a que no es el primer caso de violencia política en el país impuesta por grupos de derecha, de quienes lamentó que por pensar diferente tengan que usar la agresión para “intimidar”, en especial a las mujeres.
“Lamentablemente hace unos días hemos conocido la humillación a una dirigente de la nación guaraní. Así como pasó el año pasado contra mujeres de la nación ayorea”, apuntó Prada.
Subrayó que más allá de las acciones punitivas contra las personas involucradas en la agresión, se debe mirar más lejos, en la prevención de la violencia, sobre todo en Santa Cruz, para que no se vuelvan a repetir agresiones por ser de un partido político o por “pensar diferente”.
Para cumplir con este objetivo, anunció que hoy se reúne la comisión de ministros que hace seguimiento a los casos de Cruz y de otras víctimas para tomar acciones dentro del Mecanismo de Prevención y Atención Inmediata de Defensa de los Derechos de las Mujeres en Situación de Acoso o Violencia Política.
El acoso, los golpes e insultos son las maneras de actuar de estos grupos
Dos legisladoras del MAS que fueron atacadas por grupos de choque en anteriores gestiones relataron el tormento que vivieron hasta terminar siendo agredidas.
“Primero te insultan, te amenazan y actúan en grupo. Eso me pasó en 2019, cuando pasó el golpe de Estado. Me atacaron entre varios, me tiraron objetos y me rompieron la boca con un palo”, contó la diputada Deisy Choque.
La senadora Patricia Arce, quien en 2019 era alcaldesa de Vinto, comentó que ella sufrió secuelas luego de que fue golpeada por un grupo de choque afín a los partidos políticos de oposición. Le cortaron el cabello y la hicieron caminar descalza, incluso le echaron pintura en la cabeza.
“Me imagino el tormento que está viviendo la asambleísta Muriel Cruz, porque yo también lo sufrí y te deja con miedo. Es necesario hacer algo para evitar que estos actos violentos se vuelvan a repetir en el país”, mencionó.
La senadora pidió ajustes a la reglamentación de la Ley 243 para endurecer sanciones contra el acoso y la violencia política.
Esta norma tiene el objetivo de garantizar el ejercicio de los derechos políticos de las mujeres candidatas, electas, designadas o en el ejercicio de funciones político-públicas.
El acoso es un delito tipificado en el artículo 172 del Código Penal. Consiste en acosar a una persona con acciones siempre que “Se haga de manera insistente y reiterada. No se tenga ningún tipo de autorización legítima para realizar los actos en cuestión”.
Defensoría señala que se replica el patrón de acoso a mujeres electas
El defensor del pueblo Pedro Callisaya expresó su preocupación por los hechos de acoso y violencia política contra la concejala de Cochabamba Claudia Flores y la asambleísta departamental por Santa Cruz Muriel Cruz. Alertó de que ambos casos, entre otros, dejan en evidencia la existencia de un recurrente patrón de violencia “muy alarmante”.
“Lamentamos profundamente estos hechos y nos solidarizamos con la concejala Flores y la asambleísta Cruz”, expresó.
La Defensoría del Pueblo hace seguimiento de los más recientes hechos de violencia que evidencian en Bolivia un patrón de ataque contra las mujeres electas.
“Es muy preocupante, los grupos replican un patrón que inicia con el acoso político (presión, persecución y hostigamiento), posteriormente ejercen amenazas que conllevan agresión psicológica, que finalmente derivan en agresión física”, detalló Callisaya.
Según el funcionario, este patrón responde a motivos políticos, eludiendo así el Estado de derecho y las leyes, lo cual “no condice con la construcción de una sociedad democrática donde se respete el pleno ejercicio de los derechos humanos de la población”.
Datos de la Defensoría del Pueblo dan cuenta de que en la presente gestión se atendieron 40 casos de acoso y violencia política.
“Estamos en permanente asistencia y acompañamiento de todos y en el caso de la asambleísta Muriel Cruz estamos haciendo el seguimiento para conocer su estado de salud”, detalló.