El proyecto fue elaborado en respuesta a los delitos sexuales cometidos por religiosos y destapados como consecuencia de la publicación de las confesiones de pederastia del sacerdote jesuita fallecido Alfonso Pedrajas.
El evento contó con la participación de líderes y miembros de la comunidad en el municipio de Uyuni, así como con la presencia de dirigentes locales y nacionales.