El viceministro Justiniano sostuvo que el narcotráfico no reconoce fronteras y que la coordinación técnica es imprescindible para lograr un impacto real.
El viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Ernesto Justiniano, afirmó que el país accederá a cooperación internacional en la lucha contra el narcotráfico, sin menoscabar la soberanía de Bolivia.
“Y en el concepto de nuestro presidente Rodrigo Paz, ‘Bolivia en el mundo y el mundo en Bolivia’, ¿qué significa para nosotros en la lucha antinarcotráfico? Es lograr la cooperación internacional en la mayor dimensión que se pueda, pero sin ser dependientes, con la frente en alto y sin menoscabar nuestra soberanía”, indicó la autoridad.
Justiniano indicó que tiene líneas prioritarias que llevará adelante su viceministerio durante su gestión. Entre éstas está la cooperación internacional amplia, pero con soberanía, por lo que resaltó el apoyo de agencias internacionales como la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) y las fuerzas regionales como Brasil, Paraguay y países del Mercosur.
Además subrayó que el narcotráfico no reconoce fronteras y que la coordinación técnica es imprescindible para lograr un impacto real.
También se intensificarán los operativos de interdicción y enfatizó en la necesidad de políticas para reducir la producción de droga en el país.
“No alcanza con confiscar kilos; hay que trabajar sobre la causa, la planta, las hectáreas y las rutas de salida”, explicó la autoridad.
Resaltó que se necesita una mirada franca sobre la capacidad actual de interdicción, ya que del total de producción el éxito máximo llega a capturar alrededor del 10% o 15%, que es “un reconocimiento duro, pero necesario”. “Por eso debemos trabajar, también, en reducción de la oferta”, indicó.
Reconoció que aparecerán avionetas y cargamentos en el mediano plazo y llamó a la ciudadanía a no engañarse con cifras optimistas.
Justiniano anunció que también se harán estudios de mercado y consumo legal de la hoja de coca, para sincerar las cifras y distinguir cuáles plantaciones son legales y cuáles no, por lo que se utilizarán imágenes satelitales para identificar hectáreas cultivadas y mejorar la cuantificación nacional.
“Tenemos que sincerarnos como país. Definir cuánto se necesita para consumo legal y cuánto va al narcotráfico; respetando identidad y productores, pero sin tapar lo ilegal. Ese será el punto de partida”, dijo la autoridad en referencia a la hoja de coca que se produce.
AEP



