El pasado domingo, el diario El País reveló que el cura catalán Luis María Roma Padrosa confesó los abusos sexuales que cometió durante décadas en contra de indígenas en Charagua.
La Paz, 18 de junio de 2024 (ABI). – “Es lamentable lo que pasó, el holocausto que vivimos cuándo éramos niños y cómo se realizaron estos delitos en un ambiente de total impunidad”, recordó Wilder Flores, presidente la Comunidad Boliviana de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesial (CBS), quienes se declararon víctimas de una estructura institucional que permitió un abuso sistemático durante décadas.
El pasado domingo, el diario El País reveló que el cura catalán Luis María Roma Padrosa confesó los abusos sexuales que cometió durante décadas en contra de indígenas en Charagua, Santa Cruz, a quienes les tomaba fotografías y grababa en vídeo.
Se presume que Luis Roma no solo fue abusador en Charagua, sino también cometió sus crímenes en Yungas (La Paz) y cuando era director del Hogar de Niños Tacata, en Cochabamba.
“A medida que nosotros vamos compartiendo nuestros testimonios nos damos cuenta que fuimos víctimas de una estructura institucional que permitió un abuso sistemático durante décadas (…). A todas las víctimas que no salieron de esa oscuridad les invitamos a que lo hagan”, indicó.
En 2019, la Compañía de Jesús en Bolivia conoció sobre los manuscritos de los crímenes de Roma cometidos entre 1996 y 2000, pero no los entregaron a la Fiscalía hasta 2023, tras que se revelara el diario de Alfonso Pedrajas, otro jesuita que abusó de infantes en un internado en Cochabamba.
“La Compañía de Jesús nunca atendió a las víctimas, nunca fuimos parte de su preocupación. Ellos atendieron a los pederastas, les dieron apoyo psicológico, apoyo psiquiátrico. Ojalá la Fiscalía pueda acceder a esos informes de los pederastas (…). Solo en el caso de Juan XXIII estimamos más de 400 víctimas de diferentes perpetradores”, precisó.
Tras la revelación El País, la Compañía de Jesús instruyó “que una comisión, liderada por la actual delegada de Ambientes Sanos y Seguros, profesional laica y psicóloga, inicie inmediatamente la labor de contactar a las víctimas del caso Roma, y otros más denunciados, para establecer con ellas la mejor forma de atención a su situación particular”.
Este hecho fue considerado como una actitud “hipócrita”, tras haber ocultado los casos donde hay cientos de víctimas, donde incluso algunas de ellas se suicidaron.
“Cómo una institución que ha protegido a los violadores puede constituirse como parte investigativa, es absurdo (…). Realmente para nosotros es indignante ese tipo de pronunciamientos”, añadió Flores en entrevista con Bolivia Tv.