Si se aprobara el decreto de indulto, podrían descongestionarse los centros penitenciarios donde la mayoría de los presos está con detención preventiva.
La Paz, 26 de mayo de 2024 (AEP).- La problemática por el hacinamiento en las cárceles del país continúa. Los recientes datos señalan un incremento del 40% de privados de libertad desde 2022 hasta la actualidad.
De los 18 mil que había en 2022, en este año se contabilizaron al menos 31 mil, informó a Erbol el director general de Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias, quien calificó esa situación como una “emergencia penitenciaria”.
“Se han incrementado 13 mil privados de libertad en dos años y algo más. Eso quiere decir que la justicia tiene que hacer una profunda reflexión respecto a la privación de la libertad”, añadió.
Si se aprobara en el Legislativo el decreto presidencial de indulto, eso podría aminorar la situación y descongestionar las cárceles donde la mayoría de los privados de libertad se encuentra con detención preventiva.
Limpias hizo un llamado a los diputados y senadores a aprobar la norma en cuestión, ya que podría beneficiar a unas 1.800 personas que cumplen ciertos requisitos.
Hacinamiento
Siete de cada diez reclusos tienen detención preventiva. Este dato refleja la crisis judicial que vive Bolivia y muestra que no hay salidas concretas para lograr una reforma en la justicia, afirman reportes de prensa.
Existen varias sugerencias para evitar la detención preventiva, una de ellas es la instalación de tobilleras eléctricas que vigilen los pasos de las personas que todavía tienen procesos. Sin embargo, esta medida implica una fuerte inversión.
En Bolivia existen 98 establecimientos carcelarios, con una población aproximada de 25 mil presos. De esa cifra, más de 16 mil reclusos están con detención preventiva, lo que provoca hacinamiento carcelario en todo el país.