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‘Oso’ Chavarría y sus vínculos con el MIR.

El problema del narcotráfico se inició en los 60 y se expandió en los 90

De manera inicial, el narcotráfico comenzó en Bolivia en los años 60 con el incremento del cultivo de hoja de coca, detalló el analista y experto en temas de seguridad Henry Baldelomar.

La Paz, 10 de agosto de 2023 (AEP).- El narcotráfico es un problema que varios países enfrentan. En Bolivia tuvo sus orígenes en la década de los 60 y su mayor expansión se registró en los 90, en la dictadura de Luis García Meza y Luis Arce Gómez. Para el Gobierno es imprescindible una lucha integral y regional.

“El flagelo del narcotráfico está presente en la mayoría de los países (...) es una problemática sensible que atenta contra la seguridad interna de los Estados, afecta profundamente a los cimientos sociales de cualquier país. Es un delito transnacional y tiene una larga data”, dijo el 6 de agosto el presidente Luis Arce en su mensaje a la nación por los 198 años de independencia de Bolivia, en la ciudad de Sucre.

De manera inicial, el narcotráfico comenzó en Bolivia en los años 60 con el incremento del cultivo de hoja de coca, detalló el analista y experto en temas de seguridad Henry Baldelomar.

“En ese entonces había un aumento de más de 3.500 hectáreas de cultivo (de coca), superior a la demanda, que tradicionalmente era para el consumo (acullico) del área rural. El incremento del cultivo se intensificó en los 70 y 80”, recordó.

La narcodictadura

Con el régimen dictatorial de Luis García Meza y Luis Arce Gómez, instituido en 1980, el problema se profundizó.

“La producción de cocaína se incrementó sustancialmente porque García Meza facilitó la actividad ilícita”, sostuvo.

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El caso Huanchaca, una megafábrica de drogas en Santa Cruz, golpeó las esferas políticas de Víctor Paz Estenssoro en 1986.

En esa época un segmento de las Fuerzas Armadas se corrompió por el negocio millonario del tráfico de cocaína. Esto ocasionó un tremendo daño a la imagen de Bolivia, que fue catalogada como un país insostenible por la penetración de asociaciones criminales en el seno del Estado.

De acuerdo con datos históricos, en ese contexto de 1979-1980 aparece Roberto Suárez Gómez, potentado narcotraficante. Llegó a vincularse con el cártel de Medellín, Colombia, dirigido por Pablo Escobar, el ‘Rey de la Cocaína’, quien se vio involucrado con varios políticos bolivianos, a quienes colaboró a cambio de brindarle protección e impunidad.              

Huanchaca - Paz Estenssoro

En el inicio de la época neoliberal (1986), en el gobierno de Víctor Paz Estenssoro se desató una de las peores crisis por la penetración del narcotráfico en el territorio boliviano. El caso más conocido fue el de Huanchaca, una megafábrica de cocaína emplazada en el oriente boliviano, por la que la vida del científico Noel Kempff Mercado fue segada.

 Las autoridades gubernamentales de aquel entonces fueron sindicadas de encubrir el funcionamiento de esta gigantesca factoría de droga.

MIR - Jaime Paz

En el gobierno de Jaime Paz Zamora también salieron a relucir vínculos escandalosos con el narcotráfico. El país conoció las relaciones que tenía la cúpula dirigencial del entonces Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) con reconocidos narcos como Isaac ‘Oso’ Chavarría y Carmelo ‘Meco’ Domínguez en 1994.

Los denominados narcovínculos develaron una red criminal que apoyaba financieramente al MIR a partir de las ganancias del tráfico de drogas.

Goni y el narcoavión

Otro escándalo de narcotráfico fue el denominado narcoavión en 1996, en el primer gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada. Una aeronave fue interceptada en Lima, Perú, con una carga de cuatro toneladas de cocaína. El dueño de la droga era Amado Pacheco, alias ‘Barbaschocas’, un peligroso narcotraficante ligado con la mafia mexicana.  

En la actualidad, el narcotráfico como crimen organizado traspasa fronteras y es un problema global, que debe ser combatido desde una perspectiva regional, tanto de consumidores como productores; así lo reafirmó el Jefe de Estado de Bolivia en su mensaje del 6 de agosto y en su discurso en las Naciones Unidas en 2022.

En esa perspectiva, el analista Baldelomar consideró que es vital unir esfuerzos entre varios países, ya que ahora los narcotraficantes operan con mayor poder económico y equipo logístico, y es imposible que una sola región pueda combatirlos.

Diputado Cuéllar pedirá orden de aprehensión contra Romero e hija de Achacollo

El diputado del Movimiento Al Socialismo Rolando Cuéllar afirmó que pedirá a la Fiscalía una orden de aprehensión y allanamiento de domicilio en contra del exministro Carlos Romero y Rebeca B. A., hija de la exministra de Desarrollo Rural Nemesia Achacollo, por supuestamente favorecer con el trámite de pasaporte que solicitó el narcotraficante uruguayo Sebastián Marset y por estar involucrados con la mafia ‘Ojitos de Guapurú’.

“Este señor tiene que ser aprehendido y en el memorial le vamos a pedir a la Fiscalía la aprehensión, antes que se escape Carlos Romero, antes que se escape la hija de Nemesia Achacollo”, anunció el legislador.

Según Cuéllar, estas dos personas (Romero y la hija de Achacollo) están vinculadas con el narcotráfico y otros personeros que trabajaban con Romero.

Recientemente, la Dirección de Migración confirmó que la hija de la exministra laboró en esa institución entre 2018 y 2019.

El analista Henry Baldelomar indicó que las organizaciones criminales en las que están peces gordos como el uruguayo Marset, penetraron estructuras sociales e incluso deportivas, y para acabar con ellos se requiere la participación conjunta de toda la sociedad y de los países.

“Debe ser una lucha multilateral. Si no se actúa a tiempo, este cáncer va a seguir corroyendo peligrosamente ciertas instituciones en América Latina y  puede afectar al bono demográfico, que es la juventud”, alertó.


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