El cuerpo del menor fue hallado envuelto en aguayos y con signos de asfixia. El padre, con antecedentes por falta de asistencia familiar, está prófugo desde el 25 de mayo.
Un niño de ocho años fue hallado sin vida en su domicilio ubicado en la zona La Portada, en la ciudad de La Paz. El caso es investigado como un infanticidio y el principal sospechoso es el padre del menor, quien actualmente se encuentra prófugo.
“Se viene investigando el fallecimiento de un menor de ocho años que habría perdido la vida en un domicilio debido a una probable causa de asfixia por sofocación”, informó el director departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), coronel Gabriel Neme, en contacto con los medios de comunicación.
ENVUELTO EN AGUAYOS
El cuerpo del niño fue encontrado envuelto en aguayos dentro del domicilio familiar. El informe del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) establece que la data de muerte oscila entre siete y ocho días, periodo que coincide con la desaparición de la madre del menor, lo que ha encendido aún más las alarmas entre las autoridades.
Las primeras investigaciones apuntan a que el padre del menor tenía antecedentes por incumplimiento en el pago de asistencia familiar, proceso judicial que se encontraba en curso.
Esta situación podría haber motivado al sujeto a actuar de forma violenta. Se presume que el hombre primero habría asesinado al niño y luego atentado contra su pareja, quien continúa desaparecida.
“El sospechoso, antes de desaparecer, se comunicó con sus padres señalándoles que ya no tendría más problemas con nadie, y fue visto por última vez el 25 de mayo”, reveló el coronel Neme.
La Policía ha intensificado la búsqueda de la madre del niño y no descarta que también haya sido víctima de violencia.
Paralelamente, se ejecutan operativos en distintos puntos del país para dar con el paradero del presunto autor del crimen y esclarecer este hecho que ha generado consternación en la ciudadanía paceña.
De acuerdo con vecinos del lugar, la familia vivía de forma aislada y el padre mostraba conductas agresivas. Algunos testigos relataron que, en varias ocasiones, escucharon discusiones violentas en el interior del domicilio, pero no imaginaron que la situación podría llegar a un desenlace tan trágico.
El caso ha puesto nuevamente en debate la necesidad de reforzar los mecanismos de control y protección frente a denuncias por violencia familiar. Organizaciones de defensa de los derechos de la niñez y la mujer lamentaron lo ocurrido y exigieron una acción más efectiva por parte del sistema judicial para evitar crímenes de esta naturaleza.
Desde el Ministerio Público se confirmó que el padre tenía medidas de restricción en el marco del proceso por asistencia familiar. Sin embargo, no se habría hecho un seguimiento efectivo al cumplimiento de esas disposiciones, lo que abre nuevas líneas de investigación sobre posibles fallas institucionales.
AEP
