El Juzgado de Instrucción contra la Violencia de Coña Coña, en Cochabamba, ordenó detención domiciliaria y arraigo de los jesuitas Marcos R. y Ramón A.
La Paz, 01 de abril de 2024 (AEP). – La Procuraduría General del Estado (PGE) informó mediante comunicado que presentó objeción frente a la resolución de rechazo de denuncia del sindicado Arturo César Moscoso. Solicitó al Ministerio Público revoque y ordene la imputación de la mencionada persona en el caso Alfonso Pedrajas.
“Expresamos y reiteramos al pueblo boliviano el compromiso de la Procuraduría General del Estado, de constituirse en parte procesal y sujeto de pleno derecho de éste y otros procesos judiciales en los cuales se vulneren gravemente derechos humanos o se viole la libertad sexual de los niños, niñas y adolescentes”, indica el comunicado oficial.
Informó además que el Juzgado de Instrucción Contra la Violencia hacia la Mujer 1, de Coña Coña, ordenó la detención domiciliaria y arraigo de los jesuitas Marcos R., de 81 años, y de Ramón A., de 83 años.
Ambos sacerdotes tenían altos cargos en la Compañía de Jesús y fueron imputados por el delito de encubrimiento de casos de violencia sexual cometidos por el padre Alfonso Pedrajas en contra de los estudiantes del colegio Juan XXIII en los años 70.
Ambos jesuitas participaron en la audiencia de manera virtual y solo sus abogados llegaron hasta el juzgado, además de los representantes de la Fiscalía, Procuraduría General del Estado y de las víctimas.
La jueza determinó que ambos religiosos no puedan salir del país ni tener ningún contacto con las víctimas.
Los abusos del cura Pedrajas salieron a la luz el 30 de abril de 2023, luego de que el diario español El País publicara las confesiones del jesuita pederasta, quién confesó por escrito que tuvo al menos 85 víctimas en Perú, Ecuador y Bolivia, principalmente, y además admitió que abusó de menores con el amparo de sus superiores.
Según el diario de ‘Pica’ y las pesquisas, el jesuita catalán Marcos R. era amigo de Pedrajas y conocía las denuncias de abuso sexual en su contra.
Además de Recolons, Alaix aparece en los escritos como dos de los siete “altos cargos” de la Compañía de Jesús que ayudaron a Pedrajas a eludir las denuncias de sus víctimas.
Este caso conmocionó a la sociedad y dio paso a que otras víctimas denuncien a más eclesiásticos.