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Maximiliano Dávila, el máximo responsable de la policía en la lucha contra el narcotráfico en 2019, presentado  a la prensa tras su captura. Foto Min. Gobierno

Maximiliano Dávila “ya fue dado de baja” de la Policía

LA DEA sospecha que el excoronel, jefe antidroga del gobierno de Evo Morales, envió con sus socios más 100 toneladas de cocaína a Estados Unidos.


Maximiliano Dávila, el máximo responsable de la policía en la lucha contra el narcotráfico en 2019, durante la administración de Evo Morales, y sospechoso de haber enviado a Estados 100 toneladas de cocaína, “ya fue dado de baja”.

El comandante de la Policía Boliviana, general José Álvarez Griffiths, confirmó la información: “Hace un tiempo atrás ha sido dado de baja” luego de un sumario disciplinario.

El Gobierno boliviano recibió una solicitud de detención preventiva con fines de extradición para Dávila de una corte de justicia del estado de Nueva York, Estados unidos, la cual fue remitida al Tribunal Supremo de Justicia.

El exjefe policial, que tenía el grado de coronel, fue aprehendido el 22 de enero de 2022, cuando intentaba escapar del país por la fronteriza Villazón a Argentina. Por información para su captura, la DEA ofreció en su momento una recompensa de $us 5 millones.

El comandante de la Policía señaló a Bolivia Tv que será el máximo tribunal de justicia de Bolivia la que defina si procede o no la extradición de Dávila.

captura

Recompensa de $us 5 millones que en su momento la DEA ofrecía por la información que permita la captura de Maximiliano Dávila.

SUS SOCIOS

Se presume que Dávila tenía como socio al capo transnacional del narcotráfico de nacionalidad boliviana y ex mayor de policía, Omar Rojas Echeverría, quien fue detenido en Colombia en abril de 2021 y su prontuario lo ubica como uno de los más importantes traficantes del país y la región.

Rojas, en alianza con una red que tenía enlaces en Perú, Venezuela, Brasil, México y Estados Unidos, enviaba fuera de la región cientos de toneladas de cocaína y armas.

Información de la DEA, que en enero de 2002 publicó Semana de Colombia, señala que Rojas Echeverría, en 2019, durante la administración de Evo Morales, “tenía estrechas relaciones en los más altos niveles del Gobierno de su país”.

La historia de Rojas Echeverría tiene de fondo una relación directa con Colombia, donde fue capturado, y cuenta con socios en el negocio del narcotráfico. Se trata de una triangulación y coordinación de vuelos desde Bolivia a Centroamérica cargados con droga cuyo destino final era Estados Unidos.

Nadie se explica cómo él, quien era un mayor de la Policía, se convirtió en uno de los más grandes traficantes de cocaína en la región. Se le señala del envío de por lo menos 100 toneladas y miles de armas a Estados Unidos.

La respuesta puede estar en las investigaciones de la DEA, en las que ha quedado documentado que Rojas Echeverría tenía contactos con el máximo jefe de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico durante el gobierno de Morales, Maximiliano Dávila.

Ambos detenidos, el primero en Colombia y el segundo en Bolivia, tienen solicitud formal de extradición del Tribunal de Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York.

De acuerdo a un informe de la DEA, que Semana conoció en primicia en 2022 y que ahora cobra mayor relevancia, se advierte que Maximiliano Dávila, en su condición de jefe antidroga de Bolivia, “utilizó su cargo oficial y conexiones para obtener acceso a aeródromos bolivianos con el fin de facilitar los cargamentos de cocaína en grandes cantidades”.

Su papel fue fundamental para “organizar la protección por parte de las fuerzas del orden de esos cargamentos de drogas”, asegura Semana con respaldo de informes de la DEA.

“Para identificar a los implicados en esta organización, fue clave la declaración de un informante que había trabajado en la agencia antidrogas y tenía una relación de vieja data con Rojas Echeverría”, señala el medio.

En medio de las acciones ilegales que adelantó la organización, tuvo varias comunicaciones telefónicas, vía mensajería instantánea y reuniones personales, en las cuales quedaron registrados los planes para traficar cocaína.

“A lo largo de las reuniones y conversaciones telefónicas (…), los acusados describieron sus extensas experiencias de narcotráfico y sus conexiones con los más altos niveles del Gobierno boliviano”, señala el documento.

Fue en plena pandemia cuando Rojas Echeverría se asoció con otro narco boliviano de vieja data, Jorge Roca Suárez, ‘Techo de Paja’, un hombre que tuvo negocios con el cartel de Medellín en la década de los noventa.

En esa época, Colombia aún no tenía tantas hectáreas cultivadas con hoja de coca, así que Techo de Paja era el encargado de proveer los insumos para la producción de la pasta en los laboratorios de Pablo Escobar.

Utilizando su conocimiento y contactos, el exoficial era el encargado de coordinar el movimiento de aeronaves de alta gama que salían desde pistas clandestinas en el departamento de Beni, en el norte de Bolivia, hacia Centroamérica con destino final a Estados Unidos.

AEP/Mac


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