Se ha ganado fama incluso fuera de las fronteras como la cuna de los sabores del país. Su plato más representativo es el chicharrón, que no por nada fue declarado Patrimonio Cultural, Gastronómico Intangible, junto con la chicha.
La Paz, 14 de septiembre de 2023 (AEP).- En el corazón de Bolivia se encuentra un paraíso culinario que ha ganado reputación nacional e internacional. Se trata del departamento de Cochabamba. Con su diversidad de sabores y tradiciones gastronómicas, ostenta el título de capital de la gastronomía boliviana.
Sin duda, uno de los platillos más representativos de la región es el chicharrón, acompañado de la tradicional chicha, un deleite para el paladar que los cochalos sirven sin escatimar, según Abel Aruquipa, un reconocido chef cochabambino en la ciudad de La Paz por traer todos los sabores de la tierra valluna hasta la sede de gobierno.
Con apenas 26 años y poco dinero en sus bolsillos, montó su restaurante en 2018, persiguiendo el sueño de continuar la tradición que comenzaron sus abuelos en 1950 y que continúan sus tíos en Argentina, Estados Unidos y el departamento de Santa Cruz, en Bolivia, donde cosecharon fama.
A pesar de las adversidades y las consecuencias del enclaustramiento por el Covid-19, en 2019, logró reinventarse y se ha hecho de un enorme reconocimiento en su nuevo local al cual llamó Llajta Gourmet, ubicado en la calle Héroes del Pacífico, a unos pasos de la plaza Uyuni, en la zona paceña de Miraflores.
“Vienen ministros, personalidades de la televisión como Toto Arévalo, que hasta el día de hoy nos siguen visitando. Nuestro cliente estrella es el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo”, reveló.
Hoy, en la efeméride departamental, en conversación con Ahora El Pueblo, compartió la peculiar forma de cocinar el chicharrón cochabambino.
La preparación es todo un arte. A diferencia del chicharrón paceño, se lo cocina a leña en grandes pailas de bronce. El secreto, según el ‘Cochalito’, como le dicen de cariño, es cocer la carne, el cuero y el tocino por separado para lograr el equilibrio perfecto entre la textura crujiente y tierna. El proceso requiere de paciencia y pericia.
De acuerdo con antecedentes históricos, la receta tiene sus raíces en la cocina española, pero a lo largo de los años ha evolucionado y se ha adaptado a los ingredientes y gustos locales de Cochabamba. Su historia se entrelaza con la rica tradición culinaria boliviana y la herencia indígena, que han dejado su huella en la forma en que se prepara y se disfruta el plato.
Se sirve generalmente con acompañamientos tradicionales que complementan su sabor y textura. Estos incluyen maíz cocido con cáscara, llajua, papas y, ocasionalmente, yuca, postre y choclo, así como la tradicional chica cochabambina.
El chicharrón cochabambino es una estrella culinaria en festivales y celebraciones populares en Cochabamba. La festividad a la Virgen de Urkupiña es un evento donde brilla con luz propia, atrayendo a lugareños y visitantes por igual.
“Lo puedes encontrar en provincias, en la ciudad, en las carreteras. El chicharrón lo encuentras en todas partes de Cochabamba, como se dice en quechua de k’uchu a k’uchu (de esquina a esquina), todos los días de la semana”, destaca el también nutricionista.
No por nada en agosto de 2021 la Alcaldía de Cochabamba declaró, mediante ley municipal, el Día de la Chicha y el Chicharrón cada segundo domingo de septiembre, con el objetivo de incentivar a los productores de ambos rubros, rememoró.
“Como quillacolleño cochabambino me siento muy orgulloso de decir que el chicharrón es realmente representativo de los cochalas”, señaló.
La capital de la gastronomía boliviana es un destino imperdible para los amantes de la comida que deseen explorar la diversidad culinaria de Bolivia. Sus platos emblemáticos, la influencia de su historia y cultura, la abundancia de ingredientes frescos y la pasión de los cocineros locales hacen de este departamento un verdadero paraíso gastronómico que cautiva los paladares de quienes lo visitan.