De los 200 mil combatientes que Bolivia movilizó entre 1932 y 1935, solo queda uno con vida. Tiene 107 años y vive en el altiplano paceño.
La Paz, 10 de julio de 2023 (AEP).- Samuel Chuquimia Murillo cumplirá el 15 de agosto 108 años. Es el último soldado con vida, de los 200 mil que se alistaron entre 1932 y 1935, que combatió en la Guerra del Chaco y al que el gobierno de Luis Arce le reconoció con un pago de renta excepcional.
El Ejecutivo de Arce aprobó el Decreto Supremo 4981, por el que el héroe de guerra, declarado como Benemérito de la Patria, recibirá un pago excepcional de Bs 21 mil.
“Se dispone con carácter extraordinario un pago único, exclusivo y personalísimo e independiente de la pensión vitalicia a favor del único sobreviviente ex - Combatiente de la Guerra del Chaco, declarado como Benemérito de la Patria, por un importe de Bs 21.000 para la gestión 2023, financiado con recursos del Tesoro General de la Nación”, señala el artículo primero del decreto.
De acuerdo con la norma, vigente desde el 5 de junio, el pago único no alcanza a los herederos del benemérito ni es extensible a viudas de guerra ni viudas de posguerra.
En 2022, el Gobierno autorizó también un pago similar a los entonces siete sobrevivientes del conflicto.
Samuel Chuquimia Murillo nació en La Paz y vive, de acuerdo con su familia, en la provincia Pacajes, en el altiplano paceño, y está delicado de salud.
Sudamérica
La Guerra del Chaco —que se libró entre el 9 de septiembre de 1932 y el 14 de junio de 1935— fue la más importante en Sudamérica en el siglo XX.
El cese de las hostilidades se acordó el 12 de junio de 1935 pero los combates entre bolivianos y paraguayos continuaron en el frente de batalla hasta el mediodía del 14 de junio.
La Noche, un vespertino paceño que circuló en la década de los treinta, describió las últimas horas de la guerra en Villamontes:
“Toda la noche, hasta el amanecer, han tronado todavía los cañones. Han muerto estéril e inútilmente muchos inocentes”, dice el rotativo paceño.
“Ojalá hubiera relojes en las líneas. Los soldados querían que de una vez dieran las 12:00 de hoy, 14 de junio de 1935”.
Mientras, en todos los corazones hay júbilo y todos sonríen ya, plenos de esperanza, agrega.
“Al estruendo del cañón en este momento ha reemplazado el tañer alegre de las campanas de San Francisco, llamando a misa”.
“Alto, dejemos de escribir, el Himno Nacional resuena en el patio del cuartel. Están dando las 12:00”.
“Cómo están alegres los corazones. Ya no oiremos más los cañones. Tenemos paz, la guerra ha terminado”.
