Entre los pacientes atendidos se encuentran efectivos policiales, personal médico y ciudadanos que fueron agredidos.
El presidente Luis Arce visitó la noche de ayer el Hospital Obrero de la Caja Nacional de Salud (CNS) en Cochabamba, donde se encuentran internadas varias personas heridas durante los recientes bloqueos organizados por sectores ligados al expresidente Evo Morales.
Entre los pacientes atendidos se encuentran efectivos policiales, personal médico y ciudadanos que fueron agredidos durante los violentos hechos registrados en las carreteras del país.
El mandatario expresó su solidaridad con las víctimas y remarcó la importancia de brindarles atención médica integral y oportuna.
“El Gobierno está aquí para velar por la salud de quienes han sido afectados por actos violentos que no tienen justificación alguna”, declaró Arce, quien estuvo acompañado por la ministra de Salud, María Renée Castro, durante el recorrido por el moderno nosocomio.
Visita presidencial
La visita presidencial tuvo como objetivo verificar el estado de salud de los heridos y coordinar acciones urgentes para su recuperación.
Desde el Ejecutivo se informó que se están tomando medidas para garantizar la seguridad del personal médico y de los pacientes en zonas de conflicto.
El sábado, el Presidente anunció que Bolivia presentará una denuncia ante instancias internacionales por el ataque a una ambulancia, ocurrido en la región central del departamento de Cochabamba.
Vehículo incendiado
El vehículo sanitario que transportaba a personal médico y heridos fue interceptado, volteado e incendiado por grupos ligados al evismo.
La Ministra de Salud detalló que cuatro pacientes, una doctora, una enfermera y el conductor fueron obligados a descender del vehículo antes de ser agredidos físicamente.
“Afortunadamente, una segunda ambulancia pudo socorrer a los afectados y trasladarlos a un centro hospitalario”, explicó.
Arce calificó el atentado como un acto de barbarie y denunció que este tipo de hechos pone en riesgo no solo la vida de los bolivianos, sino también el respeto a los derechos humanos en plena coyuntura electoral. “La comunidad internacional no puede permanecer indiferente ante estos actos vandálicos”, afirmó.
AEP