En 1810 un grupo de patriotas dio inicio a la revolución de Cochabamba. Dos años después, el ejército realista comandado por el general José Manuel de Goyeneche se enfrentó a un grupo valeroso de mujeres, lideradas por Manuela Gandarillas, que ante la falta de varones decidió hacer frente a los españoles.
La Paz, 14 de septiembre de 2023 (AEP).- “Si ya no hay hombres, aquí estamos nosotras para enfrentarnos al enemigo y morir por la Patria”. Es la frase de Manuela Gandarillas aquel 27 de mayo de 1812, cuando junto a un puñado de valientes mujeres se enfrentaron al ejército realista y pasaron a la historia como las Heroínas de la Coronilla.
Pese a su ceguera y sus 60 años, Gandarillas se enfrentó al ejército español para defender su ciudad casi dos años después de que Cochabamba iniciara, el 14 de septiembre de 1810, el camino hacia la independencia.
Manuela Gandarillas, Manuela Rodríguez, Juana y Lucía Ascui, Rosa Soto, las hermanas Parrilla, Mercedes Tapia, María Pascuala Oropeza, Manuela Saavedra de Ferrufino, Lucía Alcócer, María Isabel Pardo de Vargas, María Teresa Bustos y Salamanca de Lemoine, María del Rosario Saravia de Lanza y Luisa Saavedra de Claure fueron parte del grupo que ese 27 de mayo ofrecieron sus vidas por la libertad.
Según investigadores, existe una nómina anónima de mujeres que perdieron la vida aquella vez.
El culto a las mujeres combatientes de La Coronilla, lugar enclavado en el centro de la ciudad de Cochabamba, se profundizó a partir de la celebración del primer centenario, en 1912. “Se trataba de dotar, al panteón de héroes locales, de un pedestal femenino, equiparable al de los varones. Se creó una simbología dicotómica de los pilares de la patria: a los hombres, la gloria; a las mujeres, el honor” se menciona en el libro Los primeros cien años de la República de Bolivia.
La historia relata que ese 27 de mayo de 1812 el general español Goyeneche, que encabezaba las tropas españolas, se dirigió a Cochabamba con el afán de frustrar la revolución liderada por Esteban Arze. Como no había hombres en la ciudad (porque estaban en otras batallas en el país) y a fin de proteger a sus hijos, las mujeres decidieron organizarse y armarse para hacer frente a los españoles.
Escalaron la colina de San Sebastián (La Coronilla) con la consigna “Nuestro hogar es sagrado”, y exhibiendo la imagen de la Virgen de la Merced. Ellas pretendían bloquear el ingreso de las tropas españolas, pero fueron masacradas y tres días después la ciudad estaba ocupada por los españoles.
Se menciona que al menos 30 mujeres y nueve hombres enfrentaron a los españoles en un combate que duró aproximadamente tres horas. En aquel año Bolivia se encontraba librando la Guerra de la Independencia.
En el país esta defensa es recordada cada 27 de mayo, fecha en la que además se celebra el Día de la Madre.
“Nuestro homenaje a las valerosas Heroínas de la Coronilla que, en 1812, se enfrentaron a las tropas españolas en defensa de la soberanía nacional. Su valentía, coraje y espíritu rebelde, perdura en la memoria y en las luchas del pueblo boliviano. ¡Honor y gloria!”, escribió el presidente Luis Arce en redes sociales el 27 de mayo de este año.
En 1927, mediante Ley del 8 de noviembre, el presidente Hernando Siles Reyes instituyó el 27 de mayo como el Día de la Madre en Bolivia en homenaje a las valerosas mujeres de la Coronilla.
El sacrificio de las mujeres cochabambinas no fue en vano, el general argentino Manuel Belgrano venció a los realistas y así se avanzó hacia la independencia del Alto Perú.
De acuerdo con los textos de historia, el general Belgrano ordenó que se pronunciase en la hora de la lista de los cuarteles, el siguiente lema: “¿Están presentes las mujeres de Cochabamba? Gloria a Dios, han muerto todas por la patria en el campo del honor”. La batalla de la Coronilla mostró el valor y coraje de la mujer boliviana.
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