César Garrido llegó a Bolivia para visitar pacientes y hospitales que tratan a enfermos de hemofilia, una enfermedad rara que afecta a más de 180 personas en el país.
En su primera visita a Bolivia, César Garrido, presidente de la Federación Mundial de Hemofilia (FMH), elogió los avances en la atención de pacientes con hemofilia, pero subrayó la necesidad de implementar tratamientos innovadores y garantizar el suministro de medicamentos.
“He estado en hospitales de Santa Cruz, Cochabamba y La Paz, conversando con niños y adultos enfermos con hemofilia, y veo grandes avances en la atención y compromiso del equipo multidisciplinario”, afirmó Garrido según información institucional.
Sin embargo, precisó que “la dotación de medicamentos para los pacientes no es insuficiente y es fragmentada en el tiempo, lo que hace que sea discontinuo y deje secuelas”.
Además, mencionó que el suministro actual se centra únicamente en los factores de coagulación 8 y 9, y no toma en cuenta a las medicinas innovadores disponibles en el mercado desde hace más de siete años. “Esto hay que mejorar de inmediato”, enfatizó.
Garrido participó en la Reunión Nacional de Hemofilia, organizada por el Ministerio de Salud y Deportes, en coordinación con la Fundación Nacional de Hemofilia, el Banco de Sangre y la Asociación de Hemofilia La Paz. Este encuentro permitió exponer los avances y necesidades de más de 180 pacientes bolivianos afectados por esta enfermedad rara, que dificulta la coagulación de la sangre.
El presidente de la FMH destacó que, hace una década, Bolivia no figuraba en el panorama de la hemofilia. Hoy, gracias a donaciones de medicamentos de última generación, la situación ha mejorado, pero no alcanza a cubrir a todos los pacientes.
Garrido instó a que se cumpla la Ley 754, que garantiza la dotación gratuita de medicamentos antihemofílicos, y abogó por flexibilizar los procesos de compra para acceder a terapias monoclonales, más eficaces para tratar la hemofilia tipo A.
Uno de los temas abordados en el evento fue la atención domiciliaria, crucial para evitar los traumas asociados al traslado de pacientes a hospitales. Según Alex Mallcu, presidente de la Fundación Nacional de Hemofilia, en Santa Cruz este modelo está avanzando, pero falta estandarizarlo en todo el país.
“La terapia domiciliaria permite que un familiar administre el tratamiento, evitando sangrados espontáneos y facilitando una vida casi normal”, explicó Mallcu.
Garrido añadió que esta práctica, común en países desarrollados desde hace más de dos décadas, aún enfrenta limitaciones en Bolivia debido al acceso restringido a medicamentos.
“La atención domiciliaria es esencial para cerrar el círculo de sanación, especialmente en pacientes jóvenes, y debe considerarse una prioridad”, concluyó Garrido.
La Paz/AEP-Digital