Los cementerios en todo el país estuvieron llenos de personas que manifestaron su cariño a sus seres queridos y allegados fallecidos.
El presidente Luis Arce despidió ayer a las almas de las personas fallecidas, en el marco de la conmemoración de Todos Santos, y destacó la tradición nacional que une a las familias bolivianas.
De acuerdo con la tradición boliviana, las almas de los difuntos regresan al mundo de los vivos entre el 1 y el 2 de noviembre. Las familias preparan altares con los alimentos favoritos de los difuntos, y al final del periodo se despiden en los cementerios con cantos y rezos, para aguardar su regreso el próximo año.
“Despedimos a nuestras almitas con un profundo sentimiento de paz y amor. Siguiendo nuestra tradición de #TodosSantos, hoy las familias bolivianas nos reunimos para despedir a nuestros difuntos. En cada rincón de nuestros hogares, se respira amor y gratitud por los momentos compartidos”, publicó el Jefe de Estado en sus redes sociales.
“Este día sagrado es un recordatorio de que, aunque físicamente ya no estén con nosotros, su espíritu vive en nuestros corazones. Que su luz ilumine nuestro camino y que siempre encontremos consuelo en los recuerdos que atesoramos”, añadió.
Durante la jornada del 1 de noviembre, todos los ministerios, instituciones estatales, entre otras, armaron mesas conmemorativas para honrar a líderes y autoridades que ya no están en este mundo. Además, la ciudadanía se dirigió, durante estos dos días, a los cementerios del país para visitar a sus seres queridos.
Igualmente, en diferentes partes del mundo los compatriotas pusieron mesas para recibir la visita de sus seres queridos. Tales fueron los casos de Japón, Estados Unidos, Argentina, Colombia, entre otros países, señaló la Cancillería.
La Paz/AEP