La vivienda tiene más de 100 años y fue construida completamente de adobe. El propietario asegura que no intervino debido a la alerta roja que rige en la urbe.
La Paz, 02 de abril de 2024 (AEP).- La caída de una pared y de parte de una vivienda patrimonial, ubicada entre las calles Bueno y Comercio del centro paceño, generó caos vehicular, el cierre de vías y la caída de dos postes de luz. El hecho dejó sin servicios básicos a varias casas aledañas.
El derrumbe ocurrió a las 06.30 de la mañana del lunes. Los vecinos despertaron sin luz ni agua, situación que se fue normalizando a lo largo del día. Por otra parte, la congestión vehicular duró mucho más, ya que varias calles, como la propia Bueno y la Illimani, fueron cerradas.
La estructura, que está edificada totalmente de adobe, data de hace más de cien años y estaba deshabitada. Nelson Cárdenas, dueño del inmueble, explicó que se obtuvo el permiso de la alcaldía para ejecutar trabajos en esta casa que, al haber sido declarada patrimonio, debe gestionar varios trámites para obtener el permiso.
La casa ya tenía fisuras, esto era de conocimiento de la alcaldía y de los técnicos. Se tiene una orden de demolición, pero no se pudo dar cumplimiento porque estábamos en alerta naranja y luego roja”, dijo Cárdenas.
El secretario de Culturas, Rodney Miranda, explicó que este permiso fue otorgado en agosto de la anterior gestión. Dijo que esto hace que los principales responsables sean los propietarios, por no haber intervenido con anterioridad.
July Rada Matamoros, jefe de la Unidad de Patrimonio Cultural de la Alcaldía de La Paz, también llegó hasta el lugar e informó que continúan las investigaciones.
“Con todo el personal estamos verificando si esto ha sido realmente un caso fortuito o ha sido tal vez ocasionado, porque tenemos antecedentes de que anteriormente ya se habían remojado los muros por parte de los propietarios para que se vengan abajo. Esto se va a determinar en un informe, pero ya las acciones que se tenían que tomar por parte del propietario tenían que haber sido en la gestión pasada. Él tenía dos meses para llevar a cabo las gestiones correspondientes para el permiso de demolición, lo que vemos es una negligencia por parte de los propietarios”, afirmó.
El arquitecto Ronald Terán, experto en patrimonio, explicó que hace ya varios años el municipio reportó tener aproximadamente 3.800 edificios patrimoniales; actualmente solo hay 400 y de ellos 100 están por colapsar.
“Una cosa es la declaratoria, que es casi un trámite administrativo —esto porque no hay una investigación profunda o un análisis del estado de conservación— y otra es la normativa que la regula, que es muy estricta y rígida, y que genera una pérdida para los dueños; hay un descuido en lo que se refiere a cuánto se puede condicionar a los propietarios y es una falta de incentivos para motivar la inversión de los ciudadanos en la conservación de un inmueble de este tipo”, detalló.
El experto comentó que en este tipo de casos no se trata de reparaciones simples, sino de restauraciones, que se ejecutan con apoyo técnico especializado. Comentó que las instancias estatales, pero sobre todo la municipal, son las encargadas de que estos espacios se respeten y mantengan en el mejor estado posible.
“Las autoridades caen en la hipocresía, porque tienen normas muy duras, pero al mismo tiempo aprueban planes para la construcción de edificios en esos mismos lugares. Muchos de los dueños son ancianos que no tienen los recursos para intervenir en sus propiedades patrimoniales, entonces recurren a dañarlas para que se caigan y puedan construir en los terrenos”, detalló.