El simulacro comenzó aproximadamente a las 10.00 con el sonido de alarmas en la OTB Recoleta, zona norte de Cochabamba.
Un inédito simulacro vivió ayer la ciudad de Cochabamba, el cual movilizó a efectivos de las FFAA, la Policía Boliviana, médicos, aeronaves, bomberos y equipos de emergencia para la atención de los efectos provocados por el temblor.
“El simulacro ha sido un éxito, toda vez que estas acciones son muy importantes. Nos permiten evaluar las capacidades en cuanto a recursos humanos, logística, medios, planes y capacidad de coordinación”, señaló el ministro de Defensa, Edmundo Novillo, en el canal estatal Bolivia TV.
El simulacro comenzó aproximadamente a las 10.00 con el sonido de alarmas en la OTB Recoleta, zona norte de Cochabamba.
Con un importante despliegue de equipos de primera respuesta, búsqueda, rescate y evacuación, apoyados por aeronaves, ambulancias y la logística indispensable para atender una situación de terremoto, efectivos del SAR-FAB, SBRAB y Bomberos de la Policía Boliviana evacuaron a decenas de personas que simularon estar heridas; incluso un herido “crítico” fue trasladado en una aeronave para atención médica en Santa Cruz de la Sierra.
El simulacro incluyó el derrumbe simulado de tres edificios de la OTB Recoleta, donde en total siete fueron las estructuras afectadas por el temblor.
“En una fase preventiva siempre es muy importante realizar este tipo de simulacros para ver cuán preparados estamos, sobre todo en el balance de los medios con los que contamos y cómo podemos, de manera inmediata, asistir” sostuvo Novillo.
Fueron parte del simulacro, además del Gobierno nacional, la gobernación y la alcaldía.
El viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, explicó que el simulacro ayuda a “ganar experiencia para saber qué hacer en el antes, durante y el después de un evento como un sismo”.
Según el Observatorio San Calixto, un último sismo tuvo lugar en la provincia Nor Lípez, Potosí, el 7 de agosto, con una magnitud de 5,2 y una profundidad de 207,7 kilómetros, por lo cual “es poco probable que sea sentido”.
La Paz/AEP