El 26 de abril, hace menos de un mes, el Banco Fassil era intervenido ante una serie de irregularidades detectadas, entre ellas, vulneraciones a la Ley 393 de Servicios Financieros, relacionadas a la iliquidez y al incumplimiento de obligaciones por parte de la entidad con sus clientes.
Sin embargo, ante este complejo panorama que generaba zozobra en los ahorristas, la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) daba la cara y brindaba un mensaje contundente a la población: “Sus ahorros no corren peligro, el 100 por ciento de los ahorros están garantizados”.
Uno de los primeros datos que se dio a conocer sobre las irregularidades en ese banco, y que se constituyó en detonante para profundizar las investigaciones, fue la aprobación de créditos por Bs 9 millones a una joven de 18 años que percibía un sueldo de Bs 10 mil. Esta situación provocó que las fuerzas del orden procedan con la aprehensión de cuatro altos ejecutivos de la entidad por la presunta comisión de delitos financieros.
Ante este remezón, la ASFI estableció un cronograma de trabajo y aplicó una serie de procedimientos, partiendo por la posesión de Carlos Alberto Colodro como interventor de Fassil, para garantizar el acceso de los ahorristas a sus recursos.
Es así que el 12 de mayo, Reynaldo Yujra, director de la entidad encargada de la supervisión del sistema financiero, hacía un anuncio importante para dar certidumbre a los usuarios, ya que, de un total de 45 entidades que mostraron interés en la adjudicación de la cartera del Banco Fassil, nueve habían sido seleccionadas: Banco Bisa SA, Banco de Crédito SA, Banco Económico SA, Banco FIE SA, Banco Ganadero SA, Banco Mercantil Santa Cruz SA, Banco Nacional de Bolivia SA, Banco Unión SA y Banco Solidario (BancoSol) SA.
Estas acciones oportunas y responsables derivaron en el anuncio de que, a partir del 22 de mayo, los clientes ya podrían acceder a sus fondos. Tal como se anunció en aquella ocasión, y en el marco de un trabajo organizado por parte de la ASFI, a partir de hoy los exclientes del intervenido Banco Fassil pueden ejecutar transacciones en la nueva institución financiera a la que fueron transferidos.
Esta es una clara muestra de que, pese a las especulaciones y que se trató de aprovechar esta compleja situación para generar un escenario de caos y desestabilización, se pudo constatar que, como lo señaló en reiteradas oportunidades la ASFI, Bolivia cuenta con un sistema financiero sólido y confiable.
Desde hoy, en cumplimiento del cronograma establecido, los ahorristas que pertenecían a Fassil pueden acudir a las entidades adjudicatarias y realizar sus transacciones en un ambiente de certeza y certidumbre, ya que están amparados por las leyes y el Estado.