La población boliviana ya se dio cuenta de que, desde el Legislativo, los partidos de oposición, como Comunidad Ciudadana, de Carlos Mesa, Creemos, de Fernando Camacho, y el ala radical evista priorizan sus intereses políticos boicoteando con ello la economía nacional.
Estos legisladores piensan que paralizando el tratamiento y aprobación de leyes importantes destinadas a dinamizar la economía nacional van a perjudicar al gobierno del presidente Luis Arce, sin embargo las regiones son las afectadas porque ven truncado su desarrollo.
A la lista de proyectos paralizados se suma lo del presupuesto reformulado para 2024, que tampoco se le da curso. Ante esta realidad, surge una interrogante —para la cual sin duda alguna el pueblo ya tiene la respuesta—. Los legisladores representan a una región como tal, pero ¿están trabajando por el desarrollo de sus regiones o están priorizando el interés político partidario y las órdenes de su jefazo?
La respuesta es obvia, a este grupo de legisladores no le interesa en lo absoluto el desarrollo de las regiones y que la economía esté bien, es más, le molesta que pese a la crisis que vive el mundo a causa de las guerras Bolivia esté por la senda del crecimiento económico con la industrialización, que es parte del Modelo Económico Social Comunitario Productivo, que refleja indicadores altamente favorables como la generación de empleo, la baja tasa de inflación y otros.
Es lamentable que algunos asambleístas nacionales no aprueben los proyectos que fundamentalmente van dirigidos en beneficio de todos los bolivianos que están esperando que la dinámica económica siga creciendo.
Pese a este sabotaje legislativo y los criterios de desinformación que emiten de forma permanente algunos analistas u opinadores económicos, la economía se encuentra en niveles altamente positivos que son avalados por la Cepal y otros organismos internacionales que catalogan a Bolivia como una de las economías con mayor crecimiento en 2023, con una inflación controlada y la más baja tasa de inflación que llega al 1,5 de la región y Sudamérica.
Este sabotaje de opositores en alianza con evistas en la Asamblea Legislativa Plurinacional sin duda alguna preocupa, pues mientras en la economía mundial se generan condiciones adversas por la crisis que se vive debido a las guerras, en Bolivia el motor de la demanda le da ese empuje que podría ser aún mayor si no habría estas trabas legislativas.