Corpus Christi es una fiesta de la Iglesia Católica que celebra la presencia de Cristo en la eucaristía. Este año, a diferencia de otros, la conmemoración de esta fecha de gran importancia para creyentes y practicantes del catolicismo se ve empañada por una serie de acusaciones que saltaron a la luz en contra de curas, las cuales cobraron relevancia tras una publicación que realizó el periódico El País, el 29 de abril, denominada "Diario de un cura pederasta", que refleja los abusos sexuales cometidos por el jesuita español Alfonso Pedrajas Moreno, conocido como el padre 'Pica', contra decenas de niños y adolescentes, víctimas que en su mayoría estudiaban en un establecimiento educativo de Cochabamba, Bolivia.
Desde aquel 29 de abril, la estructura católica se vio sumergida en una espiral de críticas e indignación, ya que el caso de 'Pica' no fue un hecho aislado. A raíz de esta denuncia, nuevos actores que por muchos años permanecieron silentes, tomaron valor y salieron del anonimato para encarar una dura realidad en busca de justicia. De esta manera, otros nombres de religiosos, también involucrados en casos de pederastia, fueron tomando protagonismo, entre ellos Luis Roma y Alejandro Mestre, por nombrar algunos.
No obstante, si bien las denuncias por abuso sexual pusieron en vilo a la estructura católica en el país, las acusaciones de esta índole no son las únicas que merecen explicación. En los últimos días también tomó relevancia la noticia de que el cardenal Toribio Porco Ticona, la máxima autoridad de la Iglesia Católica en Bolivia, contrajo matrimonio y tiene un hijo, en franco incumplimiento al celibato sacerdotal.
En medio de esta hecatombe que está pasando la Iglesia, el sacerdote Juan Roca Fernández fue sentenciado a 10 años de prisión en Palmasola por abuso sexual en contra de una menor de edad, delito que data de 2021.
Y así, la maraña de anomalías que permean la estructura católica parece no tener fin, mientras la indignación y el repudio de la ciudadanía van en ascenso. Pero si de algo estamos seguros es que estos hechos atroces cometidos por criminales escudados en Dios deben ser esclarecidos, el holocausto que vivieron muchas familias bolivianas no puede quedar impune, se debe garantizar la justicia para las víctimas y cortar de raíz este mal, más aún sabiendo que los afectados, en muchos casos, fueron niñas, niños y adolescentes.