En un escenario internacional adverso y con desafíos económicos internos, el presidente Luis Arce ha reafirmado su férrea determinación por atender las necesidades de la población boliviana y encaminar al país hacia un futuro de unidad, estabilidad y prosperidad en el marco del Bicentenario en 2025.
Bajo esta premisa, la administración de Arce lleva adelante la construcción de 170 plantas industriales, una iniciativa estratégica que se enmarca en los esfuerzos por consolidar a Bolivia como una nación industrializada y desarrollada.
Este ambicioso plan industrial será un pilar fundamental para alcanzar la "unidad y estabilidad económica, social y política" que el Gobierno anhela como "patrimonio del pueblo" al celebrar los 200 años de vida independiente.
Paralelamente, el mandatario ha emprendido una serie de diálogos con empresarios y agroindustriales del país, con el objetivo de concertar iniciativas que permitan resolver problemas coyunturales, como la escasez de dólares y la provisión de diésel, y a la vez impulsar el desarrollo productivo en este complejo contexto internacional.
Lamentablemente, estos esfuerzos por fortalecer la economía boliviana y atender las necesidades de la población se han visto obstaculizados por el bloqueo de legisladores afines al expresidente Evo Morales y a la oposición política, quienes han impedido la aprobación de más de $us 1.000 millones en créditos externos.
Esta situación solo perjudica al desarrollo productivo y a la economía de las familias bolivianas.
Según la información oficial, estos créditos externos están destinados a la construcción de carreteras, desarrollo urbano, riego productivo, enlosetados y otros proyectos vitales para el país. La aprobación de estos créditos inyectaría divisas importantes a la economía nacional, lo cual fue reconocido en el Diálogo Nacional por la Economía y la Producción.
Además, se suman las amenazas y movilizaciones de sectores que buscan generar "incertidumbre, miedo y violencia", según ha denunciado el propio presidente Arce.
A pesar de estos desafíos, el Gobierno ha reafirmado su potente compromiso de "defender la democracia, la estabilidad y el futuro del país".
El diálogo, la concertación y el trabajo conjunto con todos los sectores son las herramientas democráticas de la administración del economista Arce que permitirán a Bolivia consolidar su Bicentenario como una nación industrializada, desarrollada y próspera, tal como lo anhela el pueblo boliviano.
La Paz/AEP
