El congestionamiento vehicular, las demoras y los accidentes persisten en la Ceja de la ciudad de El Alto por más de una década.
Las actividades económicas y el comercio informal agravan el normal tráfico vehicular en ese punto que conecta a dos centros urbanos, entre los más importantes del país.
Ya no se trata de un problema aceptable para una ciudad de más de un millón de habitantes, que se calcula tiene la urbe.
Al costo de la congestión en términos de pérdida de eficiencia económica, hay que sumarle sus consecuencias negativas para la sociedad.
Este fenómeno afecta no sólo al transporte público y privado, sino también a las miles y miles de personas, trabajadores y estudiantes, que se desplazan a la sede gobierno cada día aumentando sus tiempos de viaje.
El gobierno del presidente Luis Arce se ha comprometido a solucionar el problema de la congestión vehicular en la Ceja, un verdadero flagelo para los alteños que amenaza la calidad de vida de sus habitantes.
Su administración publicará este año un concurso internacional para diseñar un moderno distribuidor en la Ceja de El Alto, a la altura de las grandes ciudades del mundo, y garantizó también los recursos económicos para ejecutar la gigantesca obra.
Autoridades y vecinos han recibido con agrado la noticia, un sueño largamente anhelado.
El distribuidor, se prevé, permitirá alcanzar una solución integral a la vialidad de vehículos y peatones, y consolidar el punto de unión metropolitana entre las ciudades de La Paz y El Alto.
El transporte urbano en su conjunto es una actividad de importante magnitud en el devenir de una ciudad.
Un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) sobre la congestión del tránsito urbano en la región señala que la operación de los vehículos que circulan en las vías de ciudades de más de 100.000 habitantes consume alrededor de 3,5% del Producto Interno Bruto (PIB).
El valor social del tiempo consumido en los viajes, según la Cepal, equivale a aproximadamente otro 3% del PIB.
De estas cifras se desprende que los recursos dedicados al transporte urbano son muy significativos y, por lo tanto, la iniciativa de la administración socialista de Luis Arce con la urbe alteña y sus habitantes cobra hoy una mayor relevancia.