Las declaraciones vertidas por Richardson parecen no ser casuales, ya que se dan en un contexto en el que actores de oposición, como el Comité Cívico Potosinista (Comcipo), asumen posiciones radicales y convocan a un paro de 72 horas.
La Paz, 13 de marzo de 2023 (AEP).- El litio, catalogado como el oro blanco del siglo XXI, está acaparando las miradas del mundo por su alta incidencia en el proceso industrial; pero, al parecer, también es visto como un excelente punto de ataque tanto para sectores opositores al gobierno de turno como para aquellos países que están acostumbrados a mantener hegemonía sobre Estados que conforman lo que ellos denominan su “patio trasero”.
Esta premisa toma como sustento acciones que se fueron suscitando en los últimos días. Una de ellas fue protagonizada por la jefa del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson, quien en desafortunadas declaraciones y en claro afán injerencista develó que al país norteamericano le molesta no tener control sobre los recursos de los países que componen el denominado “triángulo del litio”, compuesto por Bolivia, Argentina y Chile.
Richardson calificó de “maligna” la actividad de sus “adversarios”, en alusión a China, país que en su criterio se estaría aprovechando de los recursos de esta región de América Latina.
Estas aseveraciones causaron el repudio de autoridades gubernamentales, quienes remarcaron que Bolivia no admite injerencia alguna de ningún Estado del mundo y que el proceso que se está desarrollando con miras a la industrialización de ese recurso es absolutamente soberano, sin consultas de por medio al Fondo Monetario Internacional (FMI), al Banco Mundial ni a ningún país del norte, como lo hacían anteriormente los gobiernos neoliberales.
Sin embargo, las declaraciones vertidas por Richardson parecen no ser casuales, ya que se dan en un contexto en el que actores de oposición, como el Comité Cívico Potosinista (Comcipo), asumen posiciones radicales y convocan a un paro de 72 horas para volver a paralizar la reactivación económica que encara el Gobierno, bajo una supuesta exigencia de una Ley del Litio, entre otras demandas.
Dicha medida no tiene asidero, ya que hay varios sectores que trabajaron proyectos de ley relacionados al litio, y todos estos deben ser analizados por la Asamblea Legislativa para posteriormente verificar su viabilidad.
No cabe duda de que el gobierno del presidente Luis Arce honra sus compromisos con Potosí, un departamento importante y estratégico para el desarrollo de Bolivia. Es así que de las 20 demandas planteadas en el pliego presentado por organizaciones sociales de la región, 11 ya fueron atendidas, como las referidas a la Planta Refinadora de Zinc y la industrialización del litio, por lo que no existe el supuesto descuido que tratan de atribuir determinados sectores que parecen estar movidos por intereses netamente políticos.
Tanto Potosí como el litio son una prioridad para el Gobierno, y esto se refleja en acciones concretas. El dejarse llevar por la desinformación y afanes políticos solo le juega en contra a la población, que se ve afectada por bloqueos que perjudican el proceso de reconstrucción económica que el país tanto necesita.
