El mundo se enfrenta a una “emergencia climática sin precedentes". El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, así lo advirtió a sus pares del G20. Si los líderes del mundo no actúan con "sentido de urgencia", advirtió Lula, los impactos serán "irreversibles".
La reflexión del mandatario llega en el momento preciso, cuando aún es posible tomar contramedidas para salvar el planeta.
Está claro que la “emergencia” es el reflejo de devastadoras consecuencias que incluyen el aumento en el nivel del mar, de las temperaturas globales, las sequías, inundaciones, tormentas e incendios.
Todos esos fenómenos, que se hacen cada vez más frecuentes, han socavado la seguridad alimentaria y energética.
Lo paradójico del caso es que quienes históricamente han contribuido menos al calentamiento global deben soportar los mayores costos de combatirlo.
La humanidad es testigo impotente de la destrucción prolongada de la naturaleza y por eso mismo el ímpetu por un mundo diferente ha comenzado.
En todas partes, las comunidades se están uniendo para luchar en contra del cambio climático y proteger nuestro planeta. El Presidente boliviano es uno de los líderes del planeta que aboga en foros internacionales por la protección de la Madre Tierra.
Luis Arce sabe que los presidentes del mundo tienen la responsabilidad de pensar en el valor de la vida, en la humanidad, en cómo salvar al planeta.
Estilos de vida contemporáneos combinados con un mundo industrializado que consume combustibles fósiles sin restricción nos han llevado a este momento.
Es importante cambiar los modelos económicos de explotación del hombre, de destrucción de nuestros recursos naturales y erradicar el capitalismo con su sed depredadora y consumista de los recursos naturales que resulta en mayores emisiones de gases de carbono y en el efecto invernadero que ha calentado el planeta.
El cambio climático ha hecho que la lucha anticapitalista, por primera vez en la historia, no sea un problema basado en las clases.
Los países desarrollados, como Estados Unidos, se encuentran entre los principales emisores de gases de efecto invernadero causantes del cambio climático y del calentamiento global.
El cambio climático está fuera de control, el planeta está bajo amenaza y la desigualdad sigue creciendo. Ha llegado la hora del cambio.
