La Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre Drogas, que se desarrolló en Cali, Colombia, acordó contrarrestar de manera integral las consecuencias del problema mundial de las drogas, cambiar el paradigma reconociendo la fallida guerra contra ese problema y promover, a petición expresa de Bolivia, una Alianza Latinoamericana Antinarcóticos.
Diecinueve países latinoamericanos coincidieron en posturas comunes y acordaron el camino a seguir. La conferencia de Cali es la primera piedra para una nueva hoja de ruta que lleve a conformar un grupo de trabajo y, más adelante, una gran cumbre de presidentes latinoamericanos y caribeños.
Esa suerte de 'hoja de ruta' ayudará a conseguir, al menos eso se espera, un consenso regional para enfrentar los desafíos en el abordaje del tema de las drogas.
Cada uno de los diecinueve países tendrá una voz diferente y unificada que defienda intereses comunes.
La guerra emprendida hace medio siglo por Estados Unidos contra la producción de drogas, lo ha puntualizado Bolivia, se ha convertido en una suerte de acoso a los Estados de la región.
La política antidroga del país busca, en contraposición de la violenta y represiva línea estadounidense, no solo reducir las plantaciones de cultivo de coca de forma sostenida, sino también ofrecer opciones que permitan a los productores de la planta tener una vida más digna, más justa.
Bajo la administración de Luis Arce, Bolivia ha reducido los cultivos de coca de forma concertada, sin violencia.
La Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre Droga ha iniciado el camino para cambiar la voz y establecer su posición al mundo después de la guerra fallida contra las drogas, con perspectivas de salud pública, prevención, no criminalización de los campesinos, desde un enfoque de derechos humanos y con pertinencia territorial.
Ahora se espera que el problema de las drogas se aborde desde la región, entre la región, de una manera diferente, sin represión, sin violencia, con responsabilidad compartida, y encarar el problema desde una perspectiva más humana.