El presidente Luis Arce planteó una reforma institucional fundamental en las Fuerzas Armadas para evitar la repetición de crisis antidemocráticas, como los golpes de Estado de 2019 y 2024.
Arce señaló la necesidad de encontrar soluciones que permitan avanzar en el modelo de Estado Plurinacional y sistema de gobierno democrático del país.
Para ello, el mandatario propone el fortalecimiento y la reforma de las Fuerzas Armadas, con nuevos objetivos y acciones estratégicas según lo establecido en la Constitución Política del Estado.
Esta visión de transformación institucional es un paso para reafirmar el papel de la fuerza castrense como garante de la democracia y al servicio del pueblo boliviano.
Arce ha enfatizado que es necesario definir un nuevo marco legal, actualizar la doctrina militar y reformular los valores y principios éticos que deben guiar las acciones de los militares.
La educación y transformación de los valores del personal militar es uno de los ejes de esta propuesta. El mandatario ha recalcado que es fundamental construir un nuevo sistema que establezca un marco ético sólido, alineado con los principios democráticos y los derechos humanos. Esto incluye promover la transparencia, la lucha contra la corrupción y la eliminación del patriarcalismo en sus filas.
El objetivo es contar con unas Fuerzas Armadas modernas, profesionales y comprometidas con el fortalecimiento de la democracia.
El presidente Arce destacó la necesidad de rescatar los elementos esenciales del profesionalismo militar, a través de programas de formación continua que forjen a los militares como servidores públicos con vocación de servicio incondicional a la patria.
Esta visión de transformación de las Fuerzas Armadas representa un paso necesario para Bolivia. En un contexto marcado por crisis antidemocráticas, es vital que la institución castrense se erija como un pilar sólido de la democracia, alejada de intereses personales o de grupos de poder.
La reforma propuesta por el Jefe de Estado apunta a construir unas Fuerzas Armadas que reflejen los valores democráticos y patrióticos de la sociedad boliviana. Solo así podrán ser garantes de la estabilidad y el desarrollo del país, para evitar futuros intentos de desestabilización.
Es un desafío de gran envergadura, pero fundamental para consolidar el modelo de Estado Plurinacional y avanzar hacia una democracia más sólida.
La transformación de las Fuerzas Armadas es, desde ahora, una prioridad en la agenda nacional.