Las cifras son escalofriantes y cada una representa una vida truncada, un futuro arrebatado, una familia destrozada. En solo siete meses, 54 mujeres han sido víctimas de feminicidio y 20 niños han perdido la vida en infanticidios en Bolivia.
Estas estadísticas, proporcionadas por la Fiscalía General del Estado, no son meros números, son un grito de auxilio de una sociedad que está fallando en proteger a sus miembros más vulnerables.
El caso más reciente, ocurrido en Ivirgarzama, Cochabamba, donde Sonia Arraya Rocha, de 38 años, fue brutalmente asesinada, nos recuerda la cruda realidad que enfrentan muchas mujeres en sus propios hogares.
El hecho de que el presunto autor sea su pareja, ahora prófugo, subraya la urgente necesidad de abordar la violencia doméstica de manera más efectiva y contundente.
Igualmente desgarrador es el caso del bebé recién nacido encontrado en un vertedero en Santa Cruz, víctima de un infanticidio que desafía toda comprensión humana.
Estos actos de violencia contra los más indefensos son un testimonio sombrío de una crisis moral y social que requiere atención inmediata.
Si bien el Ministerio Público reporta una alta efectividad en la identificación de los autores, esto no es suficiente. La prevención debe ser nuestra prioridad.
Necesitamos un cambio profundo en nuestra sociedad, que comience con la educación en valores, el respeto a la vida y la igualdad de género desde la más temprana edad.
Es crucial que el Estado, las instituciones y la sociedad civil unan fuerzas para implementar políticas más efectivas de protección, crear redes de apoyo más sólidas y fomentar una cultura de no violencia. Cada vida perdida es un fracaso colectivo que no podemos permitirnos.
Estas cifras alarmantes deben ser un llamado a la acción para todos nosotros. No podemos permanecer indiferentes ante el sufrimiento de mujeres y niños.
Es hora de alzar nuestras voces, exigir justicia y trabajar incansablemente para construir una sociedad donde la violencia no tenga cabida y donde cada vida sea valorada y protegida.
