En un discurso condenatorio, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha equiparado las acciones de Israel en Gaza con el genocidio nazi liderado por Adolf Hitler contra el pueblo judío.
Durante la cumbre de la Unión Africana en Etiopía, Lula expresó su preocupación por la situación en la Franja de Gaza, destacando que no se trata de una guerra convencional entre soldados, sino de un conflicto desigual con un ejército altamente preparado enfrentándose a mujeres y niños.
Las fuertes declaraciones de Lula se produjeron después de su encuentro con el primer ministro palestino, Mohamad Shtayyeh, durante la cumbre del 17 de febrero.
El Presidente brasileño criticó fuertemente las acciones de Israel, refiriéndose a la situación actual como sin precedentes desde la época de Hitler.
El conflicto en la región se intensificó el 7 de octubre, cuando el movimiento palestino Hamás lideró un ataque a más de 20 comunidades israelíes, resultando en un elevado número de víctimas y rehenes.
En respuesta, Israel declaró la guerra a Hamás, lanzando una campaña de bombardeos sobre Gaza y estableciendo un bloqueo total que ha afectado gravemente el suministro de agua, alimentos, medicinas, electricidad y combustible en el enclave palestino.
Hasta la fecha, los ataques israelíes han dejado un saldo trágico de aproximadamente 28.900 palestinos muertos y más de 68.800 heridos. Mientras tanto, Rusia y otros países instan a un alto el fuego y abogan por una solución de dos Estados, respaldada por la ONU desde 1947, como la única vía para lograr una paz duradera en la región.
La Corte Internacional de Justicia (CIJ) ordenó a Israel que tome todas las medidas a su alcance para evitar actos de genocidio en su guerra contra los militantes de Hamás en la Franja de Gaza.
La Corte declaró que Israel debe garantizar que sus fuerzas no cometan genocidio y tomar medidas para mejorar la situación humanitaria de los palestinos en el enclave.
La mera afirmación de que Israel está cometiendo un genocidio contra los palestinos debería indignar al mundo y es una gran vergüenza para ese país, que sufrió lo mismo en la era nazi, que no se borrará en generaciones.
