En un hito trascendental para la industria y la soberanía alimentaria de Bolivia, la Planta de Amoniaco y Urea (PAU), bajo la dirección de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), ha alcanzado un récord histórico en la producción de fertilizantes.
Durante el mes de septiembre, la planta logró una producción excepcional de 54 mil toneladas de urea, marcando un impresionante aumento desde las 7.000 toneladas previas. Este éxito es el resultado de un esfuerzo colectivo y una colaboración sin precedentes por parte del equipo operativo.
La relevancia de este logro no solo se refleja en las cifras de producción, sino también en el impacto directo en la seguridad alimentaria del país. Desde el año 2021 hasta ahora, la comercialización de fertilizantes en el mercado interno ha experimentado un aumento significativo, respaldando la soberanía alimentaria de Bolivia.
Las cifras financieras respaldan este éxito, ya que, hasta septiembre de 2023, la estatal petrolera ha facturado más de $us 22,8 millones por la venta de más de 50 mil toneladas métricas de urea granulada en el mercado interno. Además, las exportaciones han generado ingresos superiores a los $us 47 millones con la venta de aproximadamente 142 mil toneladas métricas a mercados clave en Argentina, Brasil, Perú, Paraguay y Uruguay.
Además de consolidar su presencia en los mercados internacionales, Bolivia ha logrado reducir al mínimo la importación de fertilizantes, demostrando la autosuficiencia alcanzada por la PAU.
Según informes de YPFB, la planta ahora cubre el 99,9% del consumo nacional, convirtiéndose en el principal proveedor de urea en el país.
Este logro no solo simboliza un avance económico para Bolivia, sino que también refuerza la posición del país como actor clave en el impulso a la producción agrícola regional.
La PAU se erige como un pilar esencial para los agricultores bolivianos al proporcionar un insumo fundamental para el crecimiento de los cultivos.
Este éxito no es solo una victoria para YPFB, sino para todo el país. La visión estratégica, el trabajo en equipo y la eficiencia operativa han convergido para impulsar a Bolivia hacia una era de autosuficiencia en la producción de fertilizantes, respaldando así la seguridad alimentaria y consolidando su posición en los mercados internacionales.
Este hito no solo es un logro para la industria, sino un testimonio del potencial y la determinación del gobierno del presidente Luis Arce para forjar un futuro próspero y sostenible.
