Durante un encuentro con organizaciones sociales en Cochabamba, el presidente Luis Arce afirmó que el Movimiento Al Socialismo - Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS–IPSP) ha sido recuperado para sus bases originales: las organizaciones sociales.
Según el mandatario, esta recuperación no es solo simbólica, sino que representa un giro hacia una mayor democracia interna y respeto por las decisiones orgánicas de sindicatos y federaciones.
En un contexto preelectoral cada vez más definido, Arce señaló que el MAS-IPSP llega a la contienda de agosto con una propuesta clara: la industrialización del país como vía para generar empleo, reducir la pobreza y garantizar un crecimiento con equidad.
En contraste, acusó a la oposición de representar un modelo neoliberal centrado en la privatización, el desempleo y la entrega de los recursos naturales.
Durante los años 80 y principios de los 2000, el país vivió bajo políticas de corte neoliberal que produjeron resultados contradictorios. Por un lado se logró cierta estabilidad macroeconómica tras la hiperinflación; por otro, se profundizaron las desigualdades sociales y se privatizaron numerosas empresas estatales bajo esquemas que posteriormente fueron cuestionados.
En contraste, el proyecto que representa Arce propone la continuidad y profundización de un modelo basado en la industrialización de los recursos naturales.
La construcción de 170 plantas industriales con una inversión superior a los Bs 32.000 millones constituye la evidencia tangible de esta apuesta estratégica.
Este enfoque busca diversificar la economía boliviana para superar la histórica dependencia de materias primas sin procesar —primero la plata, luego el estaño, posteriormente el gas natural— que ha caracterizado los ciclos económicos bolivianos desde la época colonial.
La llamada "economía de base ancha" pretende precisamente construir múltiples pilares productivos que den mayor estabilidad frente a las fluctuaciones de los mercados internacionales.
Con el respaldo de las organizaciones sociales, el Jefe de Estado insistió en que el Proceso de Cambio no puede quedar a la mitad. “Hay que consolidarlo totalmente”, subrayó.
El panorama político es claro: el MAS–IPSP buscará revalidar su liderazgo en las urnas, no solo con una estructura política fortalecida, sino con un proyecto industrializador que apunta a transformar estructuralmente la economía boliviana.