El 31 de octubre, Bolivia se constituyó en el primer país en romper relaciones diplomáticas con Israel en repudio y condena a la desproporcionada ofensiva militar israelí que se ejerce en la Franja de Gaza, la cual amenaza la paz y la seguridad mundial.
Desde el inicio del ataque se ha registrado la muerte de más de 10 mil palestinos en Gaza, según reportaron las autoridades de la Franja controlada por Hamás, generando, además, devastadores daños sobre su infraestructura.
El Estado Plurinacional de Bolivia, en su vocación pacifista y en el marco de la cultura de respeto a la vida, repudió el ataque y exigió el cese de la ofensiva por parte de Israel, que causa el sufrimiento del pueblo palestino, particularmente de niñas y niños que tienen el derecho a vivir en paz.
Con el pasar del tiempo, las muertes producto de estos enfrentamientos parecen tornarse simplemente en cifras, pero detrás de estas hay familias, hay sufrimiento, hay sueños que fueron coartados y hay historias de vida que van quedando en el anonimato.
En el marco de la política de cooperación, solidaridad y bajo la determinación del presidente Luis Arce, Bolivia no quedó indiferente y envió 73 toneladas de ayuda humanitaria consistente en medicamentos y alimentos para los palestinos en la Franja de Gaza. Similar acción asumieron países como Venezuela, Colombia, India, entre otros, que también destinaron cargamentos para paliar las graves consecuencias de esta ofensiva.
Asimismo, Bolivia se adhirió a la solicitud ante la Corte Penal Internacional para que se haga una investigación sobre los ataques de Israel contra Gaza, iniciativa de la cual forman parte también Bangladés, Comoras, Yibuti y Sudáfrica.
Desde el Ejecutivo, el Estado Plurinacional reafirmó su entero apoyo a todas aquellas víctimas de este ataque desproporcional que está causando luto y dolor a un pueblo hermano. Sin embargo, queda la firme convicción de que las voces de miles de palestinos no serán silenciadas y la esperanza de que se encontrarán los conductos para poner freno a este genocidio. ¡Por una Palestina libre!