A estas alturas, luego de tres años y medio de gestión, no cabe la menor duda de que el gobierno del presidente Luis Arce es el gobierno del diálogo y siempre ha dado respuestas contundentes ante situaciones adversas. Y es que el país ha pasado por dificultades, ha afrontado arremetidas internas y externas, desde distintos flancos, con intentos de desestabilización económica, política y social; pero las adversidades siempre se han afrontado con madurez y apelando al consenso.
Las últimas semanas y meses el Gobierno nacional han sido foco de atención por los constantes ataques de sectores opositores que tomaron como bandera temas como la escasez temporal del dólar, el alza de precios en algunos productos de la canasta familiar y un supuesto desabastecimiento de carburantes. Evidentemente, sectores contrarios a la administración de Luis Arce identificaron estos factores como una oportunidad que no se puede desaprovechar y utilizaron toda la artillería para generar zozobra en la población a través de campañas especulativas.
No obstante, el Ejecutivo se mostró a la altura de la situación y, en una muestra de su carácter previsor y estratégico, aplicó una serie de medidas para aplacar el impacto de esta circunstancial situación que, como lo explicaron el Jefe de Estado y varios de sus ministros, es el resultado de múltiples factores, como los efectos de la pandemia, la guerra entre Rusia y Ucrania, la crisis climática y la inflación que se importa de otros países de la región, por nombrar algunos.
Inmediatamente, el Gobierno asumió medidas como ferias a precio justo, intensificó el control en fronteras y extendió los horarios de atención en tiendas de Emapa para garantizar el abastecimiento de alimentos; aseguró el ingreso de cisternas de importación e incrementó los volúmenes de despacho de las plantas de YPFB para garantizar el abastecimiento ininterrumpido de combustibles; sostuvo reuniones y llegó a acuerdos con los sectores del transporte para evitar bloqueos de carreteras; y asumió compromisos y un plan de acciones con empresarios privados, generó mecanismos de captación de divisas a través del BCB e inició gestiones con mandatarios del exterior para un paulatino retorno a la normalidad respecto a la escasez de dólares, entre muchas otras iniciativas.
Los resultados fueron contundentes, a la fecha no hubo el supuesto desabastecimiento de carburantes y los precios de los productos de la canasta familiar ya retornaron a la normalidad en la mayoría de los casos. También se frenaron los bloqueos anunciados por el sector transporte y con seguridad el flujo de divisas también volverá a un panorama de normalidad. El presidente Arce se ha caracterizado por dar soluciones ante situaciones adversas y el pueblo puede estar seguro de que no será defraudado por su Gobierno.
