Encuéntranos en:
Búsqueda:

Una agenda internacional nutrida

Se fue marzo, el mes más largo del calendario, un mes lleno de actividades internacionales para el presidente Luis Arce, quien tuvo que hacer viajes maratónicos para cumplir una agenda oficial, mientras que en el país también le esperaban agendas agitadas que requerían su presencia. Así se fue marzo con una nutrida actividad presidencial.

A principio de mes fue invitado a participar en un homenaje que preparó la República Bolivariana de Venezuela con motivo de recordar los 10 años del fallecimiento del líder latinoamericano Hugo Chávez Frías, quien dejó a su heredero político Nicolás Maduro la conducción del país.

Arce forjó un discurso de homenaje y de anécdotas del desaparecido líder venezolano y recordó que su luz no podía haber llegado en mejor momento en 1999 y cuando en Bolivia se empezaba a debatir El fin de la historia y el último hombre, de Francis Fukuyama, quien dejaba de lado las ideologías y saludaba las democracias liberales.

Dos semanas después se desataría otro frenético viaje que preludiaba la agitada agenda, el mandatario debía asistir a la II Conferencia del Agua de Naciones Unidas, en New York, Estados Unidos. Los cancilleres de las naciones asistentes ya habían llevado adelante los acuerdos previos que debían ser refrendados por los jefes de Estado asistentes al evento.

En este foro internacional, Bolivia planeó declarar a 2024 como el Año Internacional del Agua y reveló las trágicas estadísticas de la falta de acceso a ese líquido y servicios básicos en el mundo, más de 800 millones de personas no tienen acceso al agua potable y más de 2.500 millones no acceden a saneamiento básico.

Bolivia presentó una propuesta que consistía en 12 puntos, diseñada en el Encuentro Nacional Diálogos del Agua para la Vida, en el que participaron autoridades nacionales, instituciones académicas, de investigación, operadoras de servicio y organizaciones sociales e indígenas del país.

La primera autoridad política del Estado retornó fugazmente al país para participar en los actos de conmemoración al Día del Mar en la sede de Gobierno el 23 de marzo, y donde también lanzó una agenda internacional que debían seguir los países productores de litio.

Dos días después tocaría alistar nuevamente valijas, pues la XXVIII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno por una Iberoamérica Justa y Sostenible inauguraba sus sesiones con la presencia de 24 jefes de Gobierno.

Al igual que los casos anteriores, la presencia de Bolivia también marcó propuestas inherentes al contexto de la región, como la crisis económica, el problema alimentario y el estado de las democracias, pero también se enfatizó en contextos y propuestas propias de Bolivia, como la despatriarcalización, la reivindicación de los pueblos indígenas y la hoja de coca.

Este último punto tiene su propia agenda en NNUU, donde Bolivia desplegó una campaña para la despenalización de la hoja de coca. Hasta el momento se logró la reserva de Bolivia sobre el masticado de la hoja sagrada en su territorio; el siguiente paso de la diplomacia boliviana en el ámbito internacional es lograr la desclasificación de la hoja coca de la lista 1 de la Convención de Viena.


Imprimir   Correo electrónico

Ahora El Pueblo logo

Búsqueda