Las declaraciones de la general Laura Richardson, del Comando Sur de Estados Unidos, en las que critica a los medios de comunicación, como Sputnik, RT y Telesur, han generado una respuesta enérgica de parte de quienes apoyan a estas entidades. Estados Unidos intenta llevar al fango del desprestigio a esos medios porque no siguen la línea editorial que se alinea con la opinión de la Casa Blanca.
A la imperial visión de Richardson habrá que recordarle que Sputnik, RT y Telesur, como otros medios de comunicación del continente, desempeñan un papel valioso al ofrecer, por una parte, una perspectiva alternativa en el panorama mediático y, por otra, promover la diversidad de opiniones en el ámbito informativo.
Los medios que menciona, como lo puntualizó Telesur, tienen gran reconocimiento global y regional por ser la voz de una ciudadanía cada vez más interesada en su propia historia y en comprender los contextos de la realidad.
Washington busca claramente amedrentar la información libre de los pueblos, y las declaraciones de Richardson constituyen una amenaza a la libertad de expresión en América Latina.
El Gobierno boliviano recordó, a través de la viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón, que es fundamental preservar y promover la libertad de prensa en todas sus formas, incluyendo la diversidad de opiniones y perspectivas en el ámbito informativo.
Brazo ejecutor de la Doctrina Monroe en Latinoamérica y el Caribe, la militar de alto rango reafirmó de manera reiterada durante este año las ambiciones de Washington sobre el litio, los hidrocarburos, los acuíferos de la región y la biodiversidad amazónica.
Es en ese contexto que la generala de cuatro estrellas ve un conflicto en que los medios progresistas informen con libertad y exponiendo las ambiciones imperiales.
Estados Unidos trata de imponer su visión a su supuesto “patio trasero”, pero se equivoca. Los países latinoamericanos y caribeños condenan categóricamente la conducta intervencionista de ese país que impide, además, la justicia y el progreso sociales.
Bolivia, entre otros países de la región, marcha en la corriente de un mundo multipolar manteniendo una posición independiente en las relaciones internacionales.
Ya el sur global se levanta de manera pacífica y constructiva a través de procesos regionales e interregionales de cooperación e integración.