El cabildo en la ciudad de El Alto ha dejado una huella imborrable en la historia de Bolivia. Con una asistencia masiva de más de un millón de personas, este encuentro democrático se convirtió en un símbolo de la fuerza y la unidad del pueblo.
Bajo un cielo lleno de banderas, incluyendo la tricolor y la wiphala, los ciudadanos se reunieron para expresar su apoyo al presidente Luis Arce y su compromiso con un futuro mejor para el país.
El manifiesto de 20 puntos aprobado en el Cabildo marca un hito en la política boliviana. Fue el resultado de un esfuerzo conjunto de las organizaciones sociales, sindicales y los movimientos populares, representados en el Pacto de Unidad y la Central Obrera Boliviana. Este documento no solo aborda cuestiones inmediatas, sino que también establece una visión a largo plazo para el país, mirando más allá del Bicentenario.
Uno de los puntos destacados de este manifiesto es la llamada a la resistencia movilizada y la continuación de acciones para combatir el fascismo y desestabilización de la democracia. Esto demuestra que el pueblo boliviano está decidido a proteger su sistema democrático y a oponerse a cualquier intento de debilitarlo, ya sea desde la oposición tradicional o desde cualquier otro sector.
El cabildo también desafió la reelección de Evo Morales como jefe del Movimiento Al Socialismo en el congreso de Lauca Ñ. Esta decisión de más de un millón de personas refleja un deseo de inclusión y participación democrática en la toma de decisiones políticas.
Además se estableció una comisión transitoria para elaborar una tesis política que defina el rumbo de Bolivia y un programa de gobierno para el periodo posterior al Bicentenario. Esto demuestra la voluntad de planificar un futuro sostenible y próspero para el país.
El presidente Arce, al recibir el manifiesto, reafirmó su compromiso con el pueblo boliviano y prometió cumplir con su contenido. Esta declaración es un recordatorio de que el Gobierno está al servicio del pueblo y está dispuesto a trabajar en estrecha colaboración con las organizaciones sociales.
El cabildo también planteó importantes demandas, incluyendo reformas en el sistema judicial, la aprobación de leyes en el Legislativo y la independencia política del Tribunal Supremo Electoral. Estos son pasos necesarios para fortalecer la democracia y garantizar un futuro más justo.
No cabe duda de que el cabildo en El Alto fue una demostración impresionante de unidad y determinación del pueblo boliviano. Este evento histórico envía un mensaje claro: el pueblo está comprometido con la democracia, la justicia y un futuro mejor para Bolivia.
