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Bahram Shabeheddin

Al-Quds: la lucha global por la justicia – De Irán a Bolivia, un mismo grito contra la opresión

En 1979, tras el triunfo de la Revolución Islámica, el Imam Jomeini —líder que encabezó la lucha contra el régimen del Sha Pahlavi y sus aliados extranjeros, como Estados Unidos— no solo centró sus esfuerzos en la reconstrucción de Irán, sino que también promovió una causa de alcance global.

Como respuesta a las políticas de ocupación y violencia implementadas por Israel desde 1947, estableció que el último viernes del sagrado mes de Ramadán se conmemorara como el Día Mundial de Al-Quds (Jerusalén), convocando a musulmanes y defensores de la paz en todo el mundo a denunciar, mediante protestas y acciones, el apartheid, el genocidio y los crímenes perpetrados por el régimen de Tel Aviv contra el pueblo palestino y sus territorios.

La visión del Imam Jomeini, en su calidad de estadista e internacionalista, se orientó hacia la liberación de Palestina del yugo de la tiranía y la opresión. Sus iniciativas resultaron fundamentales para inspirar movimientos de resistencia, tanto en el seno de la Guardia Revolucionaria iraní como entre diversas organizaciones globales comprometidas con la defensa de la libertad, la vida y la soberanía de los pueblos frente al sionismo.

La Revolución Iraní, reconocida como uno de los procesos revolucionarios más trascendentales del siglo XX, logró —con amplio respaldo popular y bajo el lema “Independencia, Libertad, República Islámica”— derrocar una dictadura subordinada a potencias extranjeras, instaurando un sistema fundamentado en los principios de la democracia islámica. Este mismo ideal de justicia continúa guiando su postura de solidaridad con la causa palestina.

Desde su victoria, la Revolución ha enfrentado numerosos desafíos, incluyendo sanciones económicas, bloqueos internacionales y la guerra impuesta por Saddam Hussein, instigada por Estados Unidos y sus aliados. A pesar de estas adversidades, Irán ha preservado intactas tanto su capacidad defensiva como su compromiso con Palestina, consolidándose como uno de los más firmes defensores de los derechos de los pueblos oprimidos. Este principio queda consagrado en el Artículo 154 de su Constitución: “La República Islámica de Irán considera la felicidad del ser humano en toda la sociedad humana y reconoce la independencia, la libertad y la justicia como derechos universales. Por ello, mientras rechaza toda injerencia en asuntos internos de otros países, apoya la lucha legítima de los oprimidos contra sus opresores en cualquier parte del mundo.”

En la actualidad, desde el Estado Plurinacional de Bolivia, el Día Mundial de Al-Quds se erige como símbolo de la resistencia de las naciones frente a las hegemonías globales, conforme a la visión original del Imam Jomeini, líder de la Revolución Islámica.

Esta conmemoración trasciende el ámbito religioso y geográfico; representa un símbolo universal de resistencia contra la opresión y un llamado a la solidaridad con los pueblos que luchan por su libertad. Para Bolivia y América Latina, esta fecha adquiere especial relevancia al reflejar las luchas históricas de la región contra el colonialismo, el intervencionismo extranjero y las estructuras de dominación.

Al igual que Irán, bajo el liderazgo del Imam Jomeini enfrentó dictaduras respaldadas por potencias hegemónicas, los pueblos latinoamericanos han padecido el saqueo de sus recursos, la imposición de gobiernos autoritarios y políticas que vulneraron su soberanía. La lucha del pueblo palestino encuentra eco en nuestro continente no solo por su dimensión humana, sino porque encarna el mismo principio que ha guiado procesos revolucionarios como los de Bolivia, Cuba y Venezuela: la liberación de los oprimidos.

El Artículo 154 de la Constitución iraní —que rechaza la injerencia extranjera mientras apoya las causas justas— guarda sintonía con la postura diplomática de países como Bolivia, que ha denunciado sistemáticamente el apartheid israelí y abogado por un orden mundial más equitativo y multipolar. En momentos en que América Latina avanza hacia una mayor integración y autonomía frente a los centros de poder global, el Día de Al-Quds nos recuerda que la lucha por la justicia constituye una causa compartida, desde Palestina hasta los Andes.

En un mundo donde persisten la impunidad y la violencia contra las naciones más vulnerables, esta conmemoración no solo rinde tributo a la resistencia palestina; sino que convoca a Bolivia y a toda América Latina a reafirmar su compromiso con la autodeterminación de los pueblos, la denuncia de los crímenes contra la humanidad y la construcción de un futuro basado en la dignidad colectiva. Como afirmara el Imam Jomeini: “La libertad es un derecho universal, y la opresión debe combatirse en todas sus formas”.

Este legado sigue inspirando a quienes creen en un mundo más justo, desde Irán hasta Latinoamérica, porque la defensa de Palestina equivale a la defensa de la soberanía y dignidad de todos los pueblos.

Por: Bahram Shabeheddin/

Embajador de la R.I. de Irán en Bolivia


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