Hay razones por las que el continente sudamericano no puede avanzar en su integración hasta que retroceda en términos de estabilidad. Entre otros actores, actualmente hay dos protagonistas antagónicos.
Una Argentina al servicio de los caminos marcados por Estados Unidos, la otra, Bolivia defendiendo la estabilidad y la integración. Miremos los hechos: Argentina entregará a Chile un informe sobre las actividades de Hezbollah en Sudamérica, algo de poco crédito pero con una función determinada.
En este contexto, la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, informó el jueves (25) que entregará a su par chilena, Carolina Tohá, un informe sobre las actividades presuntamente realizadas por la organización militarizada chiita libanesa Hezbollah en Sudamérica. “Hoy entregaré al ministro Tohá un informe con la información que tenemos, que luego será corroborado por las fuerzas de seguridad, inteligencia e investigación de Chile”, quienes decidirán “lo que se debe hacer o no”, dijo el jefe de Seguridad del gobierno de Javier Milei durante una entrevista con la emisora chilena Rádio Duna.
Bullrich afirmó que los documentos y datos que entregará a las autoridades chilenas contienen “una serie de informaciones” sobre Hezbollah, organización que calificó de “grupo terrorista”, que fueron recabadas por un “comando tripartito” en el que participan Argentina, Brasil y Paraguay “muchos años” para investigar su actividad en la región.
En este sentido, Bullrich —en Santiago (25), capital chilena, para participar en un encuentro empresarial— afirmó que la actividad de Hezbollah preocupa “a todos” y, por tanto, es necesario “saber qué está pasando. Por ello, la ministra se refirió al conflicto diplomático que ella misma generó en los últimos días con el gobierno de Gabriel Boric, cuando afirmó —sin presentar pruebas— que habría presencia de militantes de Hezbollah en Iquique, el norte de Chile, así como áreas de Brasil y Perú, y posiblemente Bolivia y Venezuela debido a las relaciones diplomáticas de esos países con Irán.
“Quizás esto me llevó a hablar de dónde está Hezbollah en el continente porque somos mucho más sensibles, porque sufrimos dos ataques de este grupo terrorista”, dijo el ministro argentino en referencia al ataque a la Embajada de Israel en Buenos Aires en 1992, que dejó 22 muertos y 242 heridos; y el coche bomba que explotó en la sede de la Asociación de Mutuales Israelíes Argentinas (AMIA) en 1994, que causó 85 muertos y más de 300 heridos.
Utilizando la recurrente disculpa, mis palabras fueron “mal interpretadas” y señaló que el conflicto diplomático ya había sido resuelto. También comentó que cuando se refirió al tema no habló “de Chile”, sino “de una descripción general del estado de organizaciones como Hezbollah en el continente”. Esto también involucra a Argentina”.
En defensa de la integración del continente, en entrevista con RT, el presidente boliviano, Luis Arce, dijo, abordando el punto clave del tema: “No entendemos la presencia cada vez más intensa de Estados Unidos en varios de nuestros países”. Según el Presidente, América Latina es una zona de paz y no necesita interferencia de fuerzas extranjeras, como la OTAN. Durante esta conversación hablamos sobre los avances en la integración regional y los temas más relevantes de la agenda internacional. Luis Arce advirtió sobre los desafíos que enfrenta América Latina y el Caribe con el surgimiento de Gobiernos de derecha que, a su juicio, ponen en riesgo la paz y la estabilidad en la región.
“Están poniendo en riesgo la paz de la región con algunas acciones que no son consistentes con la vida pacífica que llevábamos”, afirmó Arce en una entrevista con la Televisión Rusa, en el marco de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP), celebrada esta semana en Caracas. En un razonamiento claro se refirió concretamente al Gobierno de Argentina, presidido por Javier Milei, que empezó a “llegar a un acuerdo” con el Reino Unido, país que contribuyó “a la pérdida de las Islas Malvinas”.
Insertando algo original y deprimente, el Presidente boliviano reiteró su condena a la reciente incursión del Gobierno ecuatoriano en la Embajada de México en Quito, que culminó con la detención del exvicepresidente Jorge Glas, quien se encontraba asilado. “Lo que pasó en Ecuador es un precedente desastroso.
“No entendemos este tipo de cosas”, dijo Arce. Sin embargo, el mandatario boliviano destacó la importancia de fortalecer bloques de cooperación como el ALBA, ya que no solo permiten avances en temas comerciales entre sus miembros, sino también acciones para garantizar la calidad de vida de la población. “Como siempre sucede en nuestros países, hay altos y bajos en la integración, [pero] cuando hay afinidad política, generalmente avanza más rápido”, afirmó.
Destacando un importante enfoque de riesgo enumerado por Arce, fue la expansión de la presencia estadounidense en la región lo que acelera el acortamiento de los vínculos con varios países. “Esto no ha traído nada bueno a nuestros países, por lo que debemos estar muy atentos”, advirtió. “No necesitamos fuerzas extranjeras (...) Hemos declarado la región latinoamericana zona de paz y debe seguir siéndolo. La presencia de la OTAN en cualquiera de los países no es la mejor señal que podemos dar en esta línea de pacificación.”
