El plan de Trump de expulsar a los habitantes de su territorio es una limpieza étnica.
Apenas dos semanas después de su segundo mandato, Trump recibió a Netanyahu en la Casa Blanca para discutir el futuro de Gaza. El pasado martes 3 de febrero, durante una conferencia de prensa conjunta, Trump manifestó clara y abiertamente que Estados Unidos controlará la Franja de Gaza devastada por la guerra, que trabajará para eliminar escombros y que brindará bienestar social a la región.
Además, Trump añadió que había estudiado el expediente de la administración de Gaza durante muchos meses y señaló que esta decisión no fue tomada fácilmente y, puntualizó que la gente de Gaza deberá irse a otros países limítrofes para vivir en paz y con seguridad y que los países ricos de la región podrán financiar el establecimiento de nuevas áreas lejos de Gaza. Cuando los periodistas le preguntaron quién viviría allí, dijo que podría convertirse en el hogar de “la gente del mundo” y predijo que se convertiría en “la Riviera del Medio Oriente”. Su yerno, Jared Kushner, manifestó que “quieren convertir esto en complejos turísticos”, lo que pone de manifiesto que Trump no considera la tierra palestina como una patria con valor histórico e identidad nacional, sino más bien como una mercancía en la que se puede invertir porque el objetivo de Trump es controlar la región a largo plazo.
Posteriormente, Trump en la Oficina Oval con Netanyahu a su lado, hizo comentarios similares, sugirió que “los palestinos deben abandonar Gaza para siempre hacia hermosos hogares del mundo donde puedan ser felices y no ser asesinados a tiros”. En otro contexto, Trump reveló que su administración está discutiendo el tema del reconocimiento de la soberanía de Israel sobre Cisjordania, pero resaltó que “la decisión aún no está tomada y en las próximas cuatro semanas emitiremos un anuncio al respecto”. Cuando se le preguntó si tenía la intención de enviar fuerzas estadounidenses a la Franja, respondió vagamente: “Haremos lo que sea necesario”. “Veo la ocupación como algo a largo plazo”.
Durante dicha reunión, le preguntaron a Trump si seguía apoyando la creación de un Estado palestino y él respondió que “muchos planes cambian con el tiempo. Es una situación muy complicada y difícil, y la resolveremos”. Trump ha anunciado hoy que los palestinos no tienen otra opción que abandonar la Franja de Gaza y que le gustaría que los países vecinos, Jordania y Egipto, absorbieran a los palestinos desplazados.
Por otra parte, el primer ministro israelí, Netanyahu, expresó su pleno apoyo a las propuestas de Trump, afirmando que esta iniciativa podría contribuir significativamente a mejorar la situación de seguridad en la región y lograr una paz duradera. Según el Times of Israel, después de las declaraciones de Trump en las que anunció su deseo de “tomar el control” y “ser dueño” de la Franja de Gaza, además de su llamamiento a trasladar a toda la población de la Franja, los ministros del gobierno de Netanyahu expresaron su acuerdo y entusiasmo. El periódico israelí Yedioth Ahronoth informó que altos funcionarios israelíes han estado estudiando durante meses un plan para fomentar el desplazamiento de los residentes de Gaza con el fin de reconstruir la Franja. Por otro lado, la idea de desplazar a los residentes de Gaza fue planteada por el gobierno de ocupación israelí antes de que el presidente Trump la propusiera, ya había estudios internos, incluso desde una perspectiva jurídica, con planes para fomentar la inmigración y el desplazamiento de los palestinos fuera de su patria.
El secretario general de la ONU, António Guterres, manifestó que expulsar a los residentes de la Franja de Gaza de sus tierras es una limpieza étnica y señaló que la salida de los palestinos de sus tierras hará imposible para siempre la solución de dos Estados.
Jonathan Panikoff, exoficial adjunto de inteligencia nacional para Oriente Próximo, manifestó que el plan de Trump implicaría un compromiso militar estadounidense a largo plazo y que parecía que Washington “no está aprendiendo las lecciones de construcción de naciones como Irak y Afganistán”. Aaron David Miller, exasesor para Oriente Medio de las administraciones republicanas y demócratas, dijo que Trump, con su anuncio sobre Gaza, le dio a Netanyahu una “enorme licencia” y añadió que Trump con su anuncio sobre Gaza ha validado casi todas las fantasías de la derecha de Israel.
Por su parte, el senador demócrata estadounidense Chris Murphy declaró que Trump está completamente loco y que una invasión estadounidense de Gaza daría como resultado una masacre de miles de soldados estadounidenses y décadas de guerra en Medio Oriente, añadiendo: “Es una broma de mal gusto”.
El representante demócrata Jake Auchincloss manifestó que cuando Trump propone una medida política, hay un vínculo con el favoritismo y el interés propio. Por otro lado, el senador demócrata Chris Van Hollen dijo que Trump ha adoptado un enfoque de limpieza étnica bajo otros nombres.
En respuesta a los llamamientos estadounidenses al desplazamiento de los gazatíes, el presidente Mahmoud Abbas declaró: “No permitiremos que se violen los derechos de nuestro pueblo por los que hemos luchado durante décadas y por los que hemos hecho grandes sacrificios. Estos llamamientos representan una grave violación del derecho internacional; la paz y la estabilidad no se lograrán en la región sin el establecimiento del Estado palestino con Jerusalén como su capital en las fronteras del 4 de junio de 1967, sobre la base de la solución de dos Estados”. Añadió que el pueblo palestino no renunciará a sus tierras, sus derechos y sus lugares sagrados y que la Franja de Gaza es parte integral del Estado de Palestina, junto con Cisjordania y Jerusalén Oriental, ocupadas desde 1967. “Los derechos legítimos palestinos no son negociables y la OLP es el único representante legítimo del pueblo palestino, encargado y dueño de la decisión palestina, nadie más tiene derecho a tomar decisiones sobre el futuro del pueblo palestino”. “El pueblo palestino y sus dirigentes están comprometidos con la legitimidad internacional y con la Iniciativa de Paz Árabe que afirman la encarnación de un Estado palestino independiente y soberano en la tierra de la Franja de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Oriental como su capital eterna.
El desplazamiento forzado de la población de Gaza violaría el derecho internacional y sería fuertemente rechazado no sólo en la región sino también por todos los gobiernos del mundo incluidos los aliados occidentales de Washington; es una receta para crear caos y tensión en la región porque el pueblo palestino no permitirá que estos planes se lleven a cabo, lo que se requiere es poner fin a la ocupación y a la agresión. Todos los intentos anteriores de liquidar la causa palestina han fracasado, este intento se irá como otros se han ido, pero el pueblo palestino permanecerá firme para siempre en su patria. La causa palestina seguirá viva, porque la inmigración no está incluida en el diccionario palestino. Quien sueña con el retorno y trabaja para lograrlo, no tiene en su mente migrar, ni voluntariamente ni por la fuerza”.
Por: Mahmoud Elalwani (Embajador del Estado de Palestina en Bolivia)
